"Soy moderadamente optimista de que estamos haciendo progresos en todos los frentes y de que estos permitirán concluir pronto un acuerdo formal", ha dicho Padoan, informan los medios italianos.

El banco toscano perdió 3.380,2 millones de euros netos en 2016 y fracasó en diciembre del pasado año en la ampliación de capital de 5.000 millones de euros que había lanzado para impulsar un plan de reestructuración de sus cuentas.

Desde entonces, negocia con el Gobierno italiano, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea un plan de recapitalización cautelar, una medida que permite a los gobiernos nacionales inyectar capital en bancos con problemas después de que se hayan impuesto pérdidas a los accionistas y bonistas junior si los reguladores los consideran solventes.

El programa de recapitalización preventiva es una excepción de la normativa europea sobre resolución bancaria, que establece que las pérdidas pueden también imponerse a los bonistas sénior y a los depositantes sin seguro. EFECOM

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