Según el informe publicado por Bankinter, hay tres aspectos realmente importantes de la Junta de ayer fueron:
1. El hecho de que el 99% del capital aprobara las pérdidas de -3.485 millones de 2016, que sin embargo ya se sabe realmente se elevan hasta ligeramente por encima de -4.000 millones. No se reformularán las cuentas de 2016, sino que las últimas desviaciones identificadas por el nuevo equipo gestor (unos 600 millones adicionales) se contabilizarán en los resultados del primer trimestre de 2017.
2. No se planteó en la Junta cuál sería el nuevo equipo de gestión, pero a media tarde de ayer se anunció el nombramiento de Ignacio Sánchez ¿ Asiaín (ex BBVA, ex BBK y ex Kutxabank) como consejerodelegado en sustitución de Pedro Larena. También se produjeron otra serie de nombramientos.
3. El nuevo presidente (Emilio Saracho) transmitió la idea de que el futuro del Popular pasa, o bien por ampliar capital, o bien por una venta del Banco.
En nuestra opinión estas pretensiones tienen un impacto negativo. Que el 99% del capital aprobara unas cuentas 2016 "que ya se sabe no reflejan la imagen fiel parece, como poco, desconcertante". Creemos que Saracho transmitió la idea de que otra ampliación es un escenario muy probable.
Este nuevo planteamiento "puede llevarnos a cambiar opinión y recomendación. Sería la cuarta ampliación en 5 años. Con las 3 ampliaciones realizadas hasta ahora captó 5.450 millones y, sin embargo, eso no ha solucionado los problemas del banco que, en nuestra opinión y como ya hemos dicho en repetidas ocasiones, son de gestión y de activos improductivos.
Este enfoque más firme hacia otra ampliación, continúan en Bankinter, puede "hacernos cambiar nuestra recomendación sobre Popular (actualmente Comprar, pero sólo con enfoque oportunista y advirtiendo sobre el alto riesgo de esta posición), algo que decidiremos en los próximos días." Otra ampliación más sería el camino fácil, en caso de conseguir los fondos. "Deducimos de lo comunicado ayer en la Junta que se dirigiría sólo a institucionales (es obvio que los inversores particulares ya no están dispuestos a poner más dinero), de manera que el precio de colocación sería tan bajo y la dilución de tal envergadura que los actuales accionistas sufrirían enormemente.
En su opinión, la salida a la delicada situación del Popular se podría realizar mediante dos caminos alternativos y autoexcluyentes, cualquiera de los cuales creemos colocaría a los accionistas en una situación mejor (o menos mala) a largo plazo y ninguno de ellos contemplaba una ampliación más:
(i) Reestructuración interna severa, con progresiva eliminación de activos improductivos y venta de activos no estratégicos, lo cual permitiría que el Banco continuara siendo independiente y mejorase su rentabilidad (RoE) paulatinamente. Sería una tarea de no menos de 3 años y desde nuestro punto de vista, sería invertir a un ratio de aprox. 0,3x VC y esperar su lenta mejora. Asignábamos una probabilidad del 35%/40% a esta primera alternativa.
(ii) Operación corporativa (adquisición e integración en otra entidad). Pensamos que ésta sólo se produciría una vez que Popular haya demostrado que es capaz de reconducir su situación y se hayan materializado algunos avances, al margen de ampliaciones. Esa hipotética operación corporativa proporcionaría cierto recorrido a los accionistas actuales. Asignábamos una probabilidad del 65%/60% a esta segunda alternativa.