Sacyr, la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa, siguen echando cuentas sobre el dinero que pueden recuperar por los sobrecostes en la obra de construcción del Canal de Panamá. Aunque la reclamación conjunta ronda los 3.700 millones de euros, solo confían en recuperar la mitad. Como ya han han recibido algo más de 300, el monto final ascendería en torno a los 1.500 millones.
De esta manera, y según recoge el grupo presidido por Manuel Manrique en su memoria anual, el 42% de participación de Sacyr en el consorcio acarrearía el cobro de unos 630 millones de euros adicionales a los 130 ya percibidos, importe calculado por DLF Associate con datos actualizados al pasado mes de febrero.
No obstante, la empresa reconoce que "se trata de un proceso largo y complejo, cuya resolución no está prevista a corto plazo". Un retraso provocado por la lentitud derivada del proceso de resolución en tres fases pactado entre el consorcio y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
En primer término, las reclamaciones se analizan por la ACP, luego pasan a una Junta de Resolución de Disputas integrada por expertos del consorcio de la Autoridad del Canal y un independiente y, en último término, en caso de que no se resuelvan antes, pasan al Tribunal de Miami.