La Operación Lezo ha vuelto a sacar a la luz el nombre del polémico empresario Ildefonso de Miguel, el gerente del Canal de Isabel II entre 2004 y 2009. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha ordenado el registro de la sede en la que están registradas las empresas Saerco, Safeview (antes Secuenzia Pixel) y Pritemp Gestión, la sociedad que controla Opensport.es,el producto con el que ha intentado entrar en el mundo del fútbol.
El nombre de Ildefonso de Miguel ya fue aireado debido a su relación con la Púnica. Se publicó hace meses que recibió regalos de un constructor ligado con dicha trama y todo apunta a que fue el principal responsable de las decenas de millones de euros en publicidad institucional entregados en aquella época por el Canal a medios afines al PP. De aquellos millones, buena parte acabaron en los bolsillos de La Razón.
Por cierto, cuando la Comisión de Estudio sobre la gestión pública de la Comunidad de Madrid le preguntó por su salida del Canal el directivo dijo ¡oh, sorpresa!, que dimitió porque recibió una oferta del Grupo Intereconomía, otro de las empresas que más bebió del chorro de publicidad del Canal.
Pero no es lo que dicen los papeles. Toda la información publicada en la época apunta a que De Miguel se vio obligado a dimitir de su cargo después de que su consejo de administración anulase una concesión de 26 millones de euros en cuatro años a Atento por ser mucho más cara que el resto. No era la primera vez que dimitía. Ya le pasó en 2002 cuando los pobres resultados de Quiero TV le costaron el cargo.
Su pasión por lo audiovisual (y por el PP madrileño) le viene de lejos. Con el primer ejecutivo de José María Aznar, De Miguel fue nombrado consejero-director general de Retevisión en 1996. Físico de formación y con experiencia previa en empresas como Northern Telecom (Nortel), llegó a la empresa con el mandato de acelerar su privatización. Diez años antes, Felipe González la había constituido como empresa pública y se la había expropiado a RTVE.
En 2003, De Miguel fue brevemente consejero delegado delegado de Secuenzia Pixels, compañía que después pasaría a llamarse Safeview. En esta empresa el apoderado registrado era Miguel Sáiz de la Hoya, que también lo es de otras empresas relacionadas con De Miguel, tales como Saerco, que se adjudicó el contrato de torres de control del aeropuerto de Castellón. Hasta la fecha, ha recibido más de un millón de euros de Aerocas, la empresa pública que gestiona esta infraestructura en el aeropuerto que impulsó Carlos Fabra, condenado a cuatro años de cárcel por delitos fiscales.
Entre 2005 y 2010 fue consejero de Arpegio, la empresa pública de gestión del suelo que también ha investigado el juez Eloy Velasco en el marco de la Operación Púnica, y que fue cerrada por Cristina Cifuentes el año pasado, transfiriendo sus activos a otra compañía pública, Arproma.
El negocio de Opensport.es
Sáiz es también apoderado de Pritemp Gestión, la empresa que figura como socio único de Obwan Network and Services, sociedad que está detrás de Opensport.es. Tanto Obwan como Safeview y Saerco tienen sede social en la misma dirección, la calle Burgohondo 4, en Madrid.
Opensport.es tiene como objetivo complementar la oferta de BeIN Sports en la Liga y comercializar el llamado ‘Partidazo’, el encuentro en exclusiva que ofrece Movistar en el canal homónimo y que revende de forma mayorista a algunos de sus competidores. La compañía cerró a principios de año una ampliación de capital de 850.000€.
Es difícil imaginar cómo pretenden recuperar ni una pequeña parte de su inversión en el Partidazo vendiendo a cliente final. ¿Una posible solución? Que intenten colarlo como servicio OTT a los clientes de operadoras que no han comprado los derechos del fútbol a la operadora, como pueda ser Euskaltel. Habrá que ver si la implicación de De Miguel en la Operación Lezo le supone problemas a la hora de captar clientes.