En un comunicado, el grupo catalán, que produce vino y cava y dispone de unos 900 empleados entre España y el extranjero, ha avanzado que plantea una reestructuración "socialmente responsable" y que, por ello, ofrecerá un plan de prejubilaciones y programas de acompañamiento a los afectados.
El grupo, cuya producción para terceros estaba destinado básicamente al mercado británico, preveía abandonar este negocio de forma "gradual" a lo largo de un período de cinco años, pero "la realidad del mercado", marcada por un exceso de oferta que presiona a la baja los precios y por un consumo "estancado del vino", ha hecho que se tomara ya la decisión de abandonar dicha línea de producción.
El consejero delegado del grupo, Javier Pagés, se ha mostrado confiado en que "este reajuste apuntale la estrategia" del grupo, basada en centrarse en el segmento de mayor valor, el "premium- prestige".