Bankia, la entidad que en 2012 tuvo que ser rescatada por el Estado por un importe de 23.500 millones de euros, vuelve a mirar con agrado hacia el negocio inmobiliario e hipotecario, el principal causante de aquel proceso de reestructuración financiera. Así, a partir del año que viene, ya sin limitaciones regulatorias, el banco de capital mayoritariamente público -y seguramente ya fusionado con Banco Mare Nostrum (BMN)- tratará de retomar la financiación de la actividad promotora.
“Tras la limitación de los últimos años, en los que cedimos parte del negocio a la competencia, volveremos a financiar, coincidente con la mejora del entorno, las promociones que no hemos hecho en los últimos cuatro años”, explicaba José Sevilla, el consejero delegado de la entidad, la razón de este retorno a financiar la actividad promotora. “No es algo que nos urge. Lo vemos como una sensación de normalización y como una fuente más de oportunidad”, añadía durante la presentación de resultados al cierre de 2017.
Liquidación de activos adjudicados
Un regreso a la actividad promotora por parte de Bankia que coincidirá con el final de proceso de liquidación de los activos adjudicados. “Llevará un tiempo todavía reducir al mínimo los activos adjudicados, aunque siempre quedará un stock técnico, inevitable incluso en los mejores tiempos”, comentaba Sevilla.
Hasta el pasado mes de marzo, Bankia contaba con activos adjudicados por un valor bruto de de casi 3.400 millones de euros que, descontadas provisiones por 1.800 millones, se quedan en un neto de 2.200 millones.
En principio, al ritmo actual de disminución anual del 20% de estos activos, en cinco años prácticamente no quedaría, aunque Sevilla confía en recortar este periodo por la buena marcha de la economía. Además de estos activos, Bankia cuenta todavía con una mínima exposición crediticia -el grueso del riesgo fue traspasada a la Sareb, el banco malo, hace cinco años-, cuantificada en un importe de unos 600 millones de euros.
Aluvión de nuevos préstamos para comprar casa
Como paso previo a este nuevo arreón en la financiación del negocio promotor a partir de 2018, Bankia ya lleva varios meses aumentando la cartera hipotecaria, animando a los clientes a suscribir nuevos préstamos para compra de vivienda con el lanzamiento de la Hipoteca Sin Comisiones.
En el primer trimestre, la concesión de préstamos hipotecarios crecía un 93,5% respecto a hace un año, con un monto concedido de 350 millones de euros entre enero y marzo. Sevilla lo justificaba por la combinación de dos aspectos, “que casi no dábamos hipotecas y ahora hemos vuelto y que nuestro producto, sin comisiones y sin vinculaciones, está teniendo una gran acogida entre los clientes y los no clientes, que suman casi el 25% de las solicitudes”, explicaba.
Riesgo controlado
Preguntado sobre si este aumento de la concesión hipotecaria pudiera derivar en una nueva burbuja, el consejero delegado lo desmentía de plano. “Se están dando el 20% de las hipotecas que se daban durante el boom, por lo que estamos en unos niveles normales para poder seguir creciendo”, cree Sevilla.
Además, respecto al riesgo de estos préstamos, el principal directivo de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ponía sobre la mesa que todo está bajo control, al llegar el importe de lo prestado al 65% del valor del inmueble.
Devolución de 160 millones de cláusulas suelo
También en clave hipotecaria, Sevilla ofreció el balance sobre el proceso de devolución de la cláusulas suelo, que afecta al 3% de las hipotecas concedidas por el banco. “Hemos devuelto ya al 90% de los que han reclamado. A unos 35.000 clientes, por un importe de entre 150 y 160 millones de euros. Y esperamos tener cerrado el proceso entre mayo y junio”.
Respecto a las reclamaciones por gastos hipotecarios, el consejero de Bankia apuntó que “el número de demandas es inmaterial, aunque habrá que ver cómo evoluciona el tema en el futuro”.
Fusión con BMN y salida del Estado
José Sevilla también abordó sin tapujos dos cuestiones acerca del futuro a corto plazo del banco, tanto por su fusión con BMN como por la posibilidad de que, ante la buena marcha de la cotización bursátil, el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), vuelva a vender otro paquete para reducir su actual 65% de capital que ostenta.
Sobre la fusión con BMN -la entidad presidida por Carlos Egea-, Sevilla dejaba claro que la operación se va a hacer en cualquier caso, que ya no hay marcha atrás. “Se va a hacer, sí o sí, pero siempre buscando la lógica rentabilidad para los accionistas de Bankia”, apuntaba.
Y respecto a la disminución de la participación estatal en Bankia, Sevilla no cree que la salida a bolsa de Unicaja o la previsible ampliación de capital del Banco Popular supongan competencia alguna. “En el mercado hay mucha liquidez. Si hay buenos proyectos de inversión, hay dinero para financiar o comprar”, asegura.