Calenda confirmó en una entrevista en la radio pública Rai que actualmente no hay ninguna negociación y que se tendrá que esperar 15 días a que los tres comisarios extraordinarios nombrados por el Gobierno abran el período de presentación de eventuales ofertas.
"Cualquier oferta es bienvenida pero teniendo en cuenta que sin una alianza con una gran compañía internacional será difícil", explicó.
Por el momento ni la compañía aérea alemana Lufthansa ni la irlandesa Ryanair, mencionadas como posibles interesadas, han comunicado que quieran comprar Alitalia.
Esta actualmente está controlada por la aerolínea emiratí Etihad (49 %) y por un consorcio que posee el 51 % restante de las acciones y que está en manos fundamentalmente de los bancos Intesa Sanpaolo (32,01 %) y Unicredit (32,67 %), además de otras empresas.
Calenda añadió que "será una prioridad que se compre el conjunto de la empresa en un contexto que vaya en la dirección de relanzarla", agregó el ministro.
El ministro confirmó la negativa del Gobierno a una "nacionalización" o a que el Estado compre un cuota de la aerolínea al asegurar que los ciudadanos italianos "han pagado ya 7.500 millones más el préstamo puente (aprobado ayer) de 600 millones" y "están muy atentos a cómo se gastará el dinero".
A su vez, el ministro explicó que el Gobierno seguirá muy de cerca las negociaciones pues "si se quedan los aviones en tierra no sería sólo un daño enorme para el PIB sino un daño de imagen y no habría conexiones durante un cierto número de días".
A esta situación se ha llegado después de que los trabajadores de Alitalia rechazaran en un referéndum un nuevo plan industrial pactado entre la empresa y los sindicatos, que preveía 980 despidos respecto a los 1.300 previstos.
Ante este rechazo del plan industrial, los socios de Alitalia determinaron la imposibilidad de realizar la recapitalización de 2.000 millones prevista y pidieron ayer la intervención del Estado italiano, la "administración extraordinaria", prevista por la ley italiana para las empresas en dificultad.
El Gobierno italiano nombró inmediatamente tres comisarios que deberán elaborar un plan que salve de la quiebra a la aerolínea Alitalia y le concedió un préstamo de 600 millones de euros para asegurar su operatividad en los próximos seis meses.