Cinco centímetros pueden marcar una gran diferencia, sobre todo cuando se trata de salvaguardar las rodillas durante un vuelo. American Airlines ha avivado la polémica del confort de los pasajeros con su plan de reducir hasta cinco centímetros la distancia entre las filas de asientos en la clase turista, una decisión que le acerca a las condiciones que ofrecen las aerolíneas de bajo coste.
La compañía ha indicado que los nuevos Boeing 737 max, que recibirá a partir de septiembre, cuentan con una pulgada menos de pitch -el espacio entre los asientos- que los 737-800 que ya están en su flota, pasando de 78,7 a 76,2 centímetros. Tres de las filas de estos aviones serán incluso más estrechas, con 73,6 centímetros, por debajo del pitch de la flota de 737-800 de Ryanair. Esta medida hace de American Airlines la primera gran aerolínea que acerca el pitch a la de compañías de bajo coste estadounidenses como Spirit Airlines o Frontier Airlines (71,1 centímetros).
Con la irrupción de las compañías ‘low cost’, las grandes aerolíneas y los fabricantes han reinventado sus fórmulas para ahorrar costes y obtener mayor rentabilidad. La distancia entre los asientos y su ancho son características de la configuración del interior del avión que la compañía define cuando compra la nave a un fabricante. Lo habitual es que la flota de una aerolínea incluya varios modelos, en función de las rutas a cubrir y de sus necesidades, por lo que aunque se viaje en un mismo modelo de avión, el pasajero puede ir más o menos estrecho en función de la compañía que lo opere.
A nivel europeo, la distancia media entre los asientos es de 80 centímetros para los vuelos de largo alcance y de 77 centímetros para los de corto, ambos en la clase turista o económica. Este menor pitch en los vuelos de corto alcance se debe al esfuerzo de las aerolíneas para aumentar su productividad configurando la cabina con el mayor número de asientos posible para poder ofrecer los billetes a un menor precio.
Para viajes de radio corto, frente a los 76 centímetros de los Boeing de Ryainair, los viajeros que opten por Easyjet o Vueling -ambos con aviones Airbus 319 y 320- encontrarán 74 centímetros para sus piernas, según un estudio de Liligo. Con algo más de margen, los vuelos de Air Nostrum o de Wizz Air son los que más espacio ofrecen, con 79 centímetros. Por el contrario, si se es alto, mejor no elegir Iberia Express, que con los 71 centímetros en sus Airbus A319 y A320 es la que menor espacio para las piernas ofrece.
En los vuelos de largo radio el confort vuelve a pesar a la hora de comprar un billete, por lo que la distancia entre los asientos puede jugar un rol determinante. Así, mientras que los pasajeros de clase turista de Air France encontrarán hasta 85 centímetros de espacio para sus piernas, los de Air Europa y British Airways tendrán que conformarse con 79 centímetros. En un punto medio están Iberia y Lufthansa, con una horquilla de 79 a 81 centímetros, según el avión en que se viaje.
Menos espacio, ¿mismo confort?
Pero que no cunda el pánico. El sacrificio en espacio que realizan las aerolíneas para aumentar la capacidad de sus aviones y competir con las ‘low cost’ no tiene por qué implicar la pérdida de confort para el pasajero, algo que se trata de compensar con el diseño de los nuevos asientos.
Desde Iberia indican a EL ESPAÑOL que la tendencia actual a la hora de configurar los aviones es utilizar asientos ‘slim’ o de grosor reducido y de mayor ergonomía, con lo que se logra un espacio adicional a la altura de las rodillas pese a ser más delgados.
Las compañías tratan así de aprovechar al máximo el espacio en la configuración del avión sin sacrificar el confort del cliente, sobre todo en los vuelos de larga distancia. "Puede reducirse el pitch pero mantener el mismo espacio para las rodillas, gracias a la ergonomía y menor grosor de los asientos se ha mejorado el rendimiento", confirma a EL ESPAÑOL una fuente de Airbus.
A la hora de configurar el interior de un avión, la aerolínea, como cliente, define cuántos asientos y su espacio, siempre dentro del máximo que está certificado para cada modelo. Según la ruta o las necesidades de la compañía, se puede optar por una cabina completa de clase turista o partirla con asientos business.
El fabricante europeo indica que se ha detectado que hay cierta cantidad de pasajeros dispuestos a pagar un extra para viajar con algo más de espacio. Esto ha motivado la creación de una categoría intermedia (denominada 'turista premium' o 'economy premium') y la disposición de una zona con asientos más separados dentro de una cabina configurada como turista.
El ancho también importa
Otra característica configurable es el ancho del asiento. Partiendo de las 18 pulgadas estándar (casi 46 centímetros) que ofrece Airbus en sus asientos, las aerolíneas pueden optar por asientos más estrechos. Esto es especialmente importante para las compañías de bajo costo: sacrificando ancho de asiento se logra más pasillo y se facilita el tránsito de los pasajeros, algo fundamental para tardar el menor tiempo posible en el embarque y desembarque.
La mayoría de las aerolíneas optan por asientos de entre 43 y 44 centímetros para los vuelos de largo alcance, según el estudio de Liligo. Es el caso de Air Europa, Air France, Emirates o British Airways. Otras, como Iberia, Qatar Airways o Singapore Airlines, tienen hasta 46 centímetros. Para los vuelos de radio corto, la media es similar: 43 centímetros en Air Nostrum, Iberia Express o Wow Air, frente a los 46 centímetros de Easyjet y Germanwings.