Saeta Yield, filial de energías renovables de ACS, registró un beneficio neto de 1,3 millones de euros en el primer trimestre del año, frente a los 'números rojos' de 1,3 millones de euros del mismo periodo de 2016, según ha informado este miércoles la compañía.
Entre enero y marzo, los ingresos de explotación crecieron un 42,1%, hasta 70,2 millones de euros, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) aumentó un 40,2%, hasta 43,1 millones de euros.
Dichos incrementos se produjeron por la consolidación por un trimestre completo de las plantas termosolares Extresol 2 y 3, mientras que en 2016 solo contribuyeron desde el momento de su compra el 22 de marzo, así como por el aumento del precio de la electricidad en el mercado mayorista en comparación a 2016.
La favorable evolución de los ingresos y del Ebitda, según ha señalado la firma, incrementó un 10,4% el flujo de caja de sus activos operativos, hasta 41,8 millones de euros, lo que refuerza su política de dividendos.
Así, el consejo de administración de Saeta Yield, presidido por José Luis Martínez Dalmau, ha acordado ayer el pago del dividendo correspondiente al primer trimestre de 2017, por un importe de 0,1882 euros por acción, que será abonado el 31 de mayo de 2017. La compañía ha resaltado que este pago confirma la estabilidad y sostenibilidad de su política de dividendos y representa un aumento del 6,8% respecto al dividendo correspondiente al primer trimestre de 2016. En términos anualizados, este desembolso implicaría un pago implícito de un dividendo total de al menos 0,7528 euros por acción en 2017.
Con estas cifras Saeta Yield se sitúa como "una de las compañías más rentables en la bolsa de Madrid", con un rendimiento por dividendos superior al 8%, según ha precisado la compañía.
La deuda neta disminuyó un 2% frente a la registrada en diciembre de 2016, gracias a la contribución del flujo de caja de las operaciones.
Nuevas adquisiciones
Saeta Yield anunció el pasado 25 de enero un acuerdo para la compra de Carapé I y II, dos parques eólicos operativos en Uruguay, cuya adquisición se espera cerrar en las próximas semanas. Esta compra, que supondrá un desembolso de algo menos de 80 millones de euros, implicará sumar 95 MW a la actual capacidad de producción de Saeta Yield, que es de 789 MW.
El plan estratégico de la Saeta Yield contempla la adquisición de activos energéticos en operación, principalmente fuera de España. Estos pueden provenir tanto de ACS y Bow Power, con los que Saeta Yield ostenta un acuerdo de primera oferta (RoFO), como de terceros.
La compañía ha destacado que estas adquisiciones contribuirán a la diversificación geográfica de los activos. La empresa dispone de una liquidez total de 301 millones de euros para abonar la compra de Carapé I y II y para afrontar este plan de inversiones en los próximos trimestres.