La operación ha tenido peticiones por parte de los inversores por un importe de 3.600 millones de euros, lo que supone una demanda 3,6 veces mayor que el importe emitido por CaixaBank.
Unos 200 inversores institucionales han mostrado interés por adquirir deuda de la entidad, con gran presencia de entidades extranjeras, que han adquirido el 96 % de los 1.000 millones adjudicados.
Fondos de inversión y empresas del sector asegurador han obtenido el 76 % del importe de la operación, en la que han actuado como entidades colocadoras la propia CaixaBank, Barclays, Credit Suisse, Deutsche Bank y Natixis.
La última emisión sénior realizada por CaixaBank se remonta a octubre de 2013.
En 2017, CaixaBank ha realizado otras dos emisiones, una de cédulas hipotecarias de 1.500 millones y una de deuda subordinada de 1.000 millones.