El grupo ACS, que desde el día de hoy, 11 de mayo, cuenta con Marcelino Fernández Verdes como nuevo consejero delegado, registró una facturación de 8.357 millones de euros el primer trimestre del año, lo que supone un incremento del 11,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior, y supone casi volver a los niveles de los tres primeros meses de 2015.
La compañía registró un incremento del 6% en el beneficio neto, hasta 233 millones, y un crecimiento del 15% de la cartera de pedidos, hasta 68.092 millones. El resultado bruto de explotación se situó en los 621 millones, un 17,4% más que en el mismo periodo del ejercicio precedente.
Una de las claves de los resultados tiene que ver con la fuerte diversificación del grupo. Muchas de las regiones del grupo mantuvieron el mismo peso en las ventas que entre enero y marzo de 2016. Por ejemplo, Norteamérica supuso un 42% de los ingresos y sigue siendo el principal negocio de la compaía, el mercado europeo sin contar con España se situó en un 7%, África el 2% y América del Sur, el 6%.
Menos España, más Asia pacífico
¿La gran diferencia? La fuerte reducción del peso que supone el mercado español, que pasó del 17,9% al 13%. Una consecuencia lógica de la escasez de inversión en infraestructuras en el mercado de origen de la compañía. A cambio, el buen crecimiento de la región de Asia Pacífico compensó todo el terreno perdido en España y alcanzó un peso relativo del 29%, en gran medida gracias a las actividades australianas (20%).
Por divisiones, la compañía destaca crecimientos en el beneficio neto en todas las áreas que siguen en marcha. Construcción subió un 26,5%, hasta 92 millones. Servicios Industriales alcanzó los 119 millones, un 4,6% más, y la división de Servicios pasó de 5 a 12 millones. Se caen de la lista los beneficios que ofrecía a la compañía su filial Urbaser, vendida al grupo chino Firion.
Resulta llamativa la caída del 56% en el endeudamiento de la compañía, que se ha reducido en un 56% en tasa interanual, hasta 1.695 millones, lo que le ha permitido alcanzar la calificación crediticia BBB con perspectiva estable de Standard&Poor´s. Las inversiones del grupo alcanzaron los 191 millones en este periodo y las desinversiones, 113 millones, en buena medida gracias a la venta de Sintax.
Proyectos de construcción
En el área de Construcción, la compañía presume de casi una veintena de proyectos de primer nivel, entre los que no hay ninguno en España. Entre ellos, la construcción de las Torres Al Garhoud en Dubai, diversas autopistas, soterramientos y puentes en EEUU, Canadá y Australia, un contrato de gestión de minas de carbón en Indonesia, así como hospitales, complejos de oficinas, colegios y edificios residenciales.
En la división de Servicios Industriales España sí es el mercado principal del grupo, con un peso del 27%, y la compañía se ha adjudicado proyectos de externalización de puntos de venta en 6.000 estaciones de servicio de Repsol, el mantenimiento del alumbrado público de Barcelona y la construcción de una planta hidroeléctrica en Perú.
En el área de servicios, que facturó 348 millones, con un beneficio neto de 12 millones, la compañía registró una caída del 8,1% en las ventas al dejar de contar con los ingresos de Sintax, una desinversión que, por otro lado, le supuso una plusvalía de 5,7 millones.