Por Carlos Ruano

La cifra de negocio se multiplicó por nueve en un contexto de continuados repuntes en el precio de la celulosa y elevada demanda, que han permitido a la sociedad vender toda su producción tras reiniciar su actividad.

Sin embargo, el resultado bruto de explotación EBITDA siguió en negativo, pese a mejorar un 38 por ciento interanual. El resultado bruto de explotación en el trimestre arrojó una pérdida de 388.000 euros frente al quebranto de 628.000 millones en el primer cuarto de 2016.

El grupo completó el mes pasado una ampliacion de capital 11,7 millones de euros para fortalecer su balance tras cerrar 2016 con fondo de maniobra negativo y sin circulante suficiente para cubrir las necesidades de negocio durante los próximos doce meses.

Sniace, que negocia aplazamientos de deuda, se ha visto obligado a modificar a la baja sus previsiones de 2017. El pasado 3 de marzo el grupo lanzó un "profit warning" proyectando unas pérdidas consolidadas en el ejercicio de 2,8 millones de euros frente a los casi 11 millones de euros de beneficio previsto en el plan de viabilidad original.

La sociedad, que cerró 2016 con pérdidas de casi ocho millones de euros, estuvo suspendida de cotización durante dos años y medio hasta marzo de 2016.