El castigo inversor no se ha hecho esperar. Realia ha solicitado permiso a sus accionistas para emitir nuevas acciones por hasta un 50% de su actual capital social y automáticamente ha sufrido caídas de hasta el 4,2% en Bolsa. La inmobiliaria pone a prueba la cota clave del euro por acción ante la dilución que podría avecinarse.
La junta de accionistas que Realia tiene previsto celebrar el próximo 27 de junio tiene entre sus puntos del orden del día la votación sobre una ampliación de capital por 77,38 millones de euros. Una emisión de nuevos títulos que quedaría a discreción del consejo de administración de la sociedad, órgano en el que Carlos Slim goza de un creciente protagonismo, para su ejecución en una o varias rondas a lo largo de los próximos cinco años.
Más allá de la propia ampliación, cuyo objetivo sería reforzar el balance financiero de la sociedad, los inversores penalizan que el consejo se reserve la facultad de retirar el derecho de suscripción preferente a los actuales accionistas. Esto podría llegar a suponer la entrada de un hipotético caballero blanco o incluso el refuerzo del propio Slim, pero a fuerza de diluir hasta en un 50% el peso relativo del resto de inversores.
En los cruces más bajistas de la sesión en la que se ha adelantado este orden del día, la gráfica de Realia ha llegado a marcar los 1,03 euros por acción, muy cerca de presionar el euro que supondría su regreso a la categoría de las penny stocks, grupo que logró abandonar hace solo ocho sesiones al superar por primera vez la relevante cota. En este tiempo, solo un día había sufrido recortes de precio tan sensibles como los registrados este martes.
El control de la inmobiliaria se reparte entre la constructora FCC y la mexicana Carso, firmas que a su vez cuentan con el magnate Carlos Slim como principal accionista. Este ha sido el responsable de orquestar la operación anunciada a finales del pasado mes de abril mediante la cual se suscribió un préstamo sindicado para la filial de patrimonio del grupo por 582 millones de euros, que según se notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sirvieron para ¿refinanciar¿ la deuda existente con vencimiento el mismo día de la firma.
Antes, el pasado mes de octubre, la cotizada cerró una ampliación de capital de 147 millones con el objetivo de reducir su endeudamiento. Al cierre del ejercicio pasado, Realia contaba con activos valorados en 1.833 millones de euros, mientras que su deuda financiera neta ascendía a 750 millones. Desde entonces, su cotización ha medrado cerca de un 20%, superando con holgura la senda alcista que el Ibex 35 se apunta en lo que va de este año.