El Ministerio de Fomento quiere mantener un límite a las licencias VTC que ya no existe 'de facto'. El departamento ha asegurado hoy que sostendrá el régimen jurídico del arrendamiento de vehículo con conductor (VTC), pese a la demanda planteada por una parte del sector del taxi. De esta forma, pretende mantener un ratio de 1 licencia para empresas como Uber o Cabify por cada 30 taxis, que ya saltó por los aires hace dos años tras el aluvión de licencias por vía judicial.
¿Su objetivo? Según asegura en un comunicado, persigue "una convivencia ordenada con el sector del taxi" y asegura que "va a seguir impulsando que se produzca un equilibrio ordenado entre la actividad de ambos sectores", para lo que "seguirá siendo una prioridad" el control de la normativa de ambos sectores.
El Ministerio asegura, además, que se reforzará el control para verificar que las empresas que cuenten con autorizaciones VTC "realicen su actividad cumpliendo con las diferencias que tienen establecidas con respecto al sector de taxi: esto es, que exista una contratación previa de sus servicios, y que no se propicie cualquier actividad que pueda suponer la captación de clientes".
Sin esa limitación desde hace dos años
Este límite que el Gobierno dice que mantendrá no existe 'de facto', especialmente en grandes ciudades como Madrid y Barcelona. ¿La razón? El aluvión de licencias VTC que se ha producido desde 2015 por vía judicial.
El Congreso de los Diputados aprobó la llamada Ley Ómnibus en diciembre de 2009. Con ella, perseguía liberalizar el sector servicios. El sector del taxi fue incluido en la ley. Con ese texto se creó un resquicio legal que fue aprovechado por numerosas empresas y particulares para solicitar vía judicial una licencia VTC.
Tres años después de que llegaran las primeras sentencias del Supremo, el aluvión de 'tarjetas' para poder operar es evidente: se han multiplicado por más de dos en España hasta superar las 5.400.
Esta avalancha de permisos ha hecho saltar por los aires la limitación de 1 a 30 respecto a las que permite operar a los taxistas. En enero de 2017 en España había casi 67.300 licencias de taxi, según los datos del propio Ministerio de Fomento. Esa ratio se ha reducido a menos de la mitad: la proporción es de uno a doce.
Un mercado secundario de 60.000 euros por licencia
Mientras ese límite salta por los aires, una burbuja se está creando en el sector. Las plataformas Uber y Cabify crecen -Cabify ha multiplicado por 3,5 el número de conductores que trabajan en su plataforma sólo desde Madrid- y también el interés por entrar en el mercado. La consecuencia es palpable: el incremento importante en los precios que se pagan en el mercado secundario por estas licencias.
Una de estas licencias tienen un precio en el mercado que puede superar los 60.000 euros. Pese al incremento exponencial en los dos últimos años, sigue estando muy lejos de las cantidades pagadas por un permiso para operar con un taxi.