En un comunicado difundido hoy, el directivo español dice que "se ha vuelto a la normalidad" en el aeropuerto de Gatwick, al sur de Londres, y en Heathrow, al oeste, operan todos los vuelos de larga distancia y un 90 % de las rutas cortas.
Cruz señala que la caída de su sistema afectó a "unos 75.000 clientes" que perdieron sus vuelos el sábado y el domingo, dos tercios de los cuales "estarán en sus destinos al final de la jornada de hoy".
British Airways ha enviado cartas a los usuarios explicando cómo tienen que presentar sus reclamaciones al amparo de la legislación comunitaria y se compromete a honrar "todas sus obligaciones" económica, asegura el consejero.
Cruz explica que el fallo informático, que afectó a toda su comunicación interna, incluidos el servicio telefónico, facturación y la gestión de equipajes, se debió a "una sobrecarga eléctrica tan potente" que incluso inutilizó el sistema adicional de apoyo.
Esto resultó en una caída de todos los sistemas en 170 aeropuertos en 70 países, puesto que estas comunicaciones son "muy interdependientes y normalmente transmiten decenas de millones de mensajes al día entre diferentes parte de la aerolínea", dijo.
Cruz señala que "aún no hay una imagen completa de lo sucedido", que se investigará "de forma exhaustiva" cuando se restablezca totalmente el servicio.
La empresa, integrada en el grupo hispano-británico IAG, hará "lo que sea necesario para que esto no vuelva a suceder".
En una entrevista previa con la cadena pública BBC, el directivo, que llegó a British Airways en 2016 procedente de Vueling, dijo que no dimitirá por el suceso, y se centrará, en cambio, en averiguar "por qué no entró en funcionamiento el sistema de apoyo".
Cruz volvió a disculparse "profusamente" por el trastorno causad y negó que pueda derivarse de una reducción de costes.