El establecimiento bancario, ya autorizado en Francia, permitirá ofrecer toda su oferta bancaria en España salvo el crédito al consumo que tiene una normativa específica, precisó en un encuentro con la prensa Pellissier, que avanzó que el despliegue en Bélgica está programado "justo después".
El grupo francés ya ofrece servicios bancarios en algún otro país como Polonia, pero no de forma directa, sino que se limita a distribuir los de otra entidad financiera.
El director general delegado, responsable de las operaciones de la empresa en todos países europeos a excepción de Francia -su mercado doméstico-, indicó que se prevé que la actividad bancaria sólo será rentable después de "ocho a diez años" de funcionamiento, y que su principal interés es fidelizar a sus abonados.
El principio de esta nueva marca, Orange Bank (por ahora tiene unos 450 empleados), es que no se cobrará por tener una tarjeta bancaria (otra cosa será el uso), no habrá gastos de mantenimiento en la cuenta corriente y no se fijará un mínimo de ingresos para su apertura. La compañía hará su negocio con las operaciones y con servicios como el crédito y los seguros.
Pellissier confirmó el objetivo de alcanzar los 14 millones de hogares conectables a la fibra óptica en el horizonte de 2018 en España, un año antes de lo que se había anunciado inicialmente. Y aunque no quiso cifrar de forma exacta las inversiones, habló de "varios cientos de millones de euros".
Sí que contó que en España el coste de instalación en un hogar les supone un tercio de lo que necesitan en Francia, gracias a una normativa con menos obligaciones, ya que por ejemplo se pueden pasar los cables por la fachada de los edificios.
La consecuencia es que el despliegue de la fibra óptica es mucho más rápida en España, que es el segundo mercado para Orange después de Francia (1.290 millones de euros de ingresos en el primer trimestre, frente a 4.427 millones), pero mucho más rentable en términos relativos.
Pellissier indicó que su grupo no hará nuevas operaciones de adquisición de otros activos de telecomunicaciones en España -sí lo contempla en otros países donde tiene menor presencia, como Bélgica- puesto que su meta es "estabilizar nuestra posición como segundo operador" tras Telefónica.
Sobre los derechos televisivos del fútbol, el responsable de Orange señaló que se han puesto "demasiado caros", poco días después de haber anunciado -igual que Vodafone- que en España no acudirán al concurso de la UEFA para la adjudicación de las competiciones europeas.