En un momento en que la presión de los mercados se eleva día a día, Banco Popular sigue adelante con el proceso de venta de todos los activos considerados no estratégicos. Pero no todo está en venta. En estas operaciones se descarta por completo que se incluya la venta de Banco Pastor, la entidad gallega que el grupo adquirió durante la crisis financiera, según ha trasladado el consejero delegado, Ignacio Sánchez-Asiaín, a los representantes de los trabajadores.
En un momento de alta incertidumbre nervios en los mercados, Sánchez-Asiaín se reunió el pasado viernes con los sindicatos para transmitirles un ¿mensaje de cierta tranquilidad¿, de acuerdo con una filial conjunta firmada por toda la representación legal de los trabajadores ¿ CCOO, UGT, SEGRUPO, CGT, CIG, FITC, ELA, LAB y AMYC-. En concreto, el consejero delegado confirmó que el Popular es ¿solvente actualmente¿, aunque reconoció que ¿tendría problemas en el año 2018 para mantener sus ratios, cuando tenga que aplicar la nueva normativa contable europea¿.
El CEO trasladó a los sindicatos las opciones que tiene el Popular sobre la mesa: una ampliación de capital o una operación corporativa. La intención es vender todos los activos no estratégicos y desinvertir en los activos no productivos para tener un ¿proyecto atractivo para los inversores y a partir de ahí tomar la decisión en cuanto la estrategia a seguir¿.
¿Requerido sobre la posible venta de Banco Pastor indica que no ve un proyecto de grupo Popular independiente sin su participación, ya que en estos momentos nos aporta equilibrio¿, señalan los sindicatos en su circular. El Popular se hizo con Banco Pastor `a pulmón¿ en 2011, en una operación valorada en 1.362 millones de euros. Esta compra permitió que actualmente el Popular tenga una cuota de mercado superior al 18% en Galicia, y en algunos diarios digitales se había especulado con una posible venta de este negocio dentro del proceso de desinversiones en el que está inmerso el grupo.
En su cita con los sindicatos, Sánchez-Asiaín también manifestó ¿su preferencia, como de toda la dirección e incluso del consejo de administración por la independencia del grupo, pero esta dependerá de la viabilidad del proyecto¿.
¿Desde la representación legal de los trabajadores queremos comunicar a la plantilla que vamos a estar vigilantes en el proceso para que no sean vulnerados los derechos de los trabajadores por encima de las decisiones estratégicas que sean tomadas por la alta dirección¿, señalan los sindicatos firmantes.