La compañía ha hecho públicos estos planes tras conseguir el pasado mes de mayo un "cupo relevante" de potencia eólica en la subasta de energías renovables impulsada por el Gobierno de España con lo que "reafirma" su apuesta por la energía renovable.
Además, Gas Natural Fenosa mantendrá operativa la central térmica de La Robla con una "fuerte inversión" para cumplir con la Directiva Europea de Emisiones Industriales y está finalizando el análisis de alternativas para la adaptación en el grupo 2 de la central, "con el objetivo de extender su operación más allá del 1 de julio de 2020, fecha en la que finaliza el denominado Plan Nacional Transitorio al que se acoge".
Según han recordado las mismas fuentes, la compañía ha realizado "importantes inversiones" en esta central para instalar una desulfuradora para cumplir los límites de emisión de azufre marcados en la normativa europea, crear una infraestructura para el transporte del mineral y llevar a cabo nuevas inversiones adicionales para la desnitrificación de las emisiones.
Sin embargo, la empresa mantiene la decisión de "cese paulatino" de la actividad de la central térmica de Anllares hasta 2019, en cumplimiento con la directiva europea de emisiones.
Propiedad de Gas Natural Fenosa (66,6%) y Endesa (33,3%), la central situada en Páramo del Sil (León) acumula 35 años de operación y tiene una capacidad de 347 MW de potencia. La actual plantilla está compuesta por 77 trabajadores de los que la tercera parte serán reubicados en el grupo y el resto podrán acogerse a un plan de salida acordada que incluye prejubilaciones y bajas incentivadas, han indicado las mismas fuentes.
La compañía ha explicado que Anllares no cuenta con una infraestructura de desulfuración, ni de desnitrificación de las emisiones, por lo que en octubre de 2013 ya se comunicó la "imposibilidad" para cumplir con los límites recogidos en la Directiva de Emisiones Industriales (DEI).
Al problema de la emisión de óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno se suma que la central, al 50% de su capacidad, emite 1.500.000 toneladas al año de CO2 y consume carbón nacional de "bajo volátil" que conlleva "una baja eficiencia y competitividad de la central", según han explicado desde Gas Natural Fenosa.