La prensa financiera internacional ha roto al unísono en aplausos hacia el rescate del Popular. Desde Bloomberg al Financial Times pasando por The Wall Street Journal, los medios especializados consideran que es digna de elogio la rapidez y fórmula empleada para evitar el hundimiento de la entidad hasta ayer presidida por Emilio Saracho.
El considerado como la Biblia de la información económica, señala que la operación ha supuesto una ¿prueba¿ determinante para testar la eficiencia de los protocolos europeos aprobados más recientemente desde la crisis financiera. En este sentido, The Wall Street Journal califica la reacción de Bruselas como ¿una respuesta rápida y decisiva de la Unión Europea para detener la espiral descendente¿ de uno de los bancos españoles más amenazados de quiebra.
La decisión de estrenar el mecanismo de rescate interno o ball-in, mediante el cual los accionistas y los tenedores de ciertos tipos de emisiones de deuda corporativa asumen el reflote financiero de la entidad, se ha ganado los calificativos de ¿actuación rápida y justa¿ para Bloomberg. Desde este portal se subraya que gracias a la ágil decisión tomada en el espacio de una sola noche ¿los mercados globales apenas se resintieron¿. Después se apunta que, sin duda, lo ocurrido con el Popular ¿es un modelo para futuras intervenciones¿.
Desde MarketWatch, se señala además lo oportuno de la absorción por parte de Banco Santander. En sus páginas se resalta que ¿la combinación de Banco Popular y Banco Santander crea el mayor banco de España por préstamos y depósitos¿, con más de 17 millones de clientes. Asimismo, se subraya que mientras que la entidad que preside Ana Botín es ¿uno de los mayores bancos de Europa, no era el mayor en su mercado doméstico¿, posición que consigue tras la compra de su rival por un euro.
Por su parte, Financial Times vuelca su análisis en la comparativa de lo ocurrido anteanoche en España con lo que viene sucediendo en Italia, donde sigue sin darse una respuesta contundente para la reestructuración y saneamiento del sector financiero del país. ¿Mientras Madrid ha actuado con determinación en los últimos años para abordar los problemas de sus bancos, Roma se ha movido a un ritmo mucho más lento¿, señala el periódico británico.