¿España podría quedarse sin ver en televisión el Mundial de Rusia 2018? A un año de que comience el torneo parece aventurado afirmarlo, pero lo cierto es que en la primera puja que la FIFA cerró el 2 de mayo, las ofertas presentadas por la televisión en abierto estuvieron en un montante muy por debajo de lo esperado por los organizadores.
El efecto de la subasta por la Champions League, los inciertos resultados de La Roja -que no estará oficialmente clasificada hasta octubre- y la desvalorización del producto desde que la selección quedase eliminada en primera ronda del Mundial de Brasil y en octavos de final de la Eurocopa de Francia, han jugado en contra de este proceso que, al menos en su primera fase, no ha encontrado un interés real entre los operadores audiovisuales.
Si echamos la vista atrás, vemos que en anteriores pujas las televisiones se aseguraron la compra de los derechos televisivos del Mundial con mucha más antelación. En Sudáfrica 2010, Sogecable lo compró dos años antes de su realización y en Brasil 2014 Mediaset los adquirió con un año de antelación, unos plazos que no se cumplirán en este ciclo.
El proceso se cerró el 2 de mayo
El 2 de mayo la FIFA cerró el proceso de recepción de ofertas para la licitación por los derechos de retransmisión en España de la Copa FIFA Confederaciones 2017, la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 y la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019, un proceso en el que Mediaset y Atresmedia presentaron ofertas para la televisión en abierto en el caso del Mundial, pero que no fueron lo suficientemente atractivas para asegurar la adjudicación en esta primera etapa.
RTVE, que ha emitido los partidos de clasificación de la Selección Española durante los últimos dos años, ha confirmado a este periódico que no se presentarán a la puja. En el caso de Mediaset y Atresmedia, fuentes del sector confirman a EL ESPAÑOL que enviaron propuestas muy conservadoras y casi testimoniales, que no tuvieron el peso necesario para quedarse con el torneo.
El objetivo de FIFA era cerrar esta adjudicación del Mundial al menos un año antes del comienzo del torneo, como hace la UEFA con los derechos de la Champions League. No obstante, el escaso interés de las cadenas españolas mantiene el proceso en el aire y, pese a que la FIFA no se ha pronunciado oficialmente, es probable que lo retrase hasta finales de este año o comienzos de 2018.
Incertidumbre en la clasificación de La Roja
¿Qué ha pasado? Fuentes de las principales cadenas han indicado que ha jugado en contra de las ofertas el hecho de que La Roja no está todavía clasificada al Mundial de Rusia que se disputará en verano del próximo año.
Con el partido de este domingo entre Macedonia y España se cumple el sexto encuentro de clasificación y faltarían otros cuatro por disputarse, entre ellos el decisivo partido con Italia en Madrid. Esto significa que la selección no tendría clara su participación hasta octubre de este año. Fuentes de las cadenas de televisión han indicado que esta situación dificulta a cualquier operador desarrollar una estimación certera del valor del evento a nivel comercial y por tanto impide que se realice una oferta cercana a lo que podría esperar la FIFA.
Con todo, las probabilidades de que La Roja llegue a Rusia son elevadas ya que si no clasifica como primera de grupo, tiene claras opciones de optar a una plaza como mejor segunda o eventualmente a través de una repesca.
El efecto Champions League
El segundo condicionante ha sido la coincidencia de esta puja con la subasta de la Champions League, que se abrió la UEFA en mayo y cuyo plazo de presentación de ofertas expira el próximo 20 de agosto. La FIFA abrió su proceso a finales de marzo y lo cerró el 3 de mayo. En cuanto a la Champions, todos los canales irán a por el torneo, incluyendo a RTVE, ya que se considera que es el evento que mejor cumple los requisitos de impacto en las audiencias y rentabilidad económica.
Las televisiones consultadas indican que han preferido el torneo europeo, pero que no descartan ir a por el Mundial de Rusia cuando se conozca el ganador de los derechos de la Champions League, probablemente en septiembre de este año.
Mediaset se quedó con con el Mundial 2010
En 2010 Mediaset se quedó con los grandes partidos del Mundial de Sudáfrica in extremis. Dos años antes del torneo Sogecable daba un golpe sobre la mesa quedándose con el paquete completo por 90 millones de euros. Sería el prólogo del hundimiento del grupo audiovisual que se vio obligado a pujar al alza en medio de la guerra del fútbol, pero que años después tuvo que compartir costes con Telecinco.
Después de anunciar que darían una parte importante de los partidos en Cuatro, en marzo de 2010 cedieron ocho partidos a Mediaset por un coste no revelado, pero que fuentes cercanas cifraron en unos 40 millones, poco menos que la mitad de la factura total. Digital+ también emitió todos los partidos. La mala situación económica de la filial audiovisual de Prisa aceleró la operación, que serviría de preludio a la posterior compra de Cuatro por parte de la televisión de Paolo Vasile.
Con una Selección Española en su mejor momento, Mediaset -ya con Cuatro en su perímetro- se adelantó al resto de canales y fichó a La Roja un año antes de la celebración del campeonato, asegurándose un encuentro diario en prime time y todos los partidos de España. El problema es que selección quedó eliminada en primera ronda y perjudicó la planificación comercial de la cadena.
Mediaset tuvo un coste de 35 millones por la realización del torneo, derechos incluidos, y unos ingresos por publicidad de unos veinte millones de euros. La diferencia con 2010 -cuando lograron el equilibrio- fue el estado del mercado: 2.400 millones contra 1.800 millones de 2014. La operadora se escudó indicando que ajustó costes en otras partidas y que, por tanto, logró rentabilizar indirectamente los derechos.
El tiempo juega a favor de las televisiones
El precio es vital para las televisiones en abierto a la hora de decidirse a pujar por estos derechos. Todas las cadenas consultadas coinciden en que no se pueden rentabilizar económicamente y que cualquier inversión debe incluir un plan de ajustes en otras partidas, hasta en la estimación más optimista sobre ingresos publicitarios.
La menor efervescencia que generan los partidos de la Selección Española y la incertidumbre respecto de su papel en el Mundial 2018 también juega en contra de los potenciales anunciantes, algo que las televisiones toman como una referencia para moderar sus propuestas. El tiempo también juega en contra de la FIFA y a favor de los canales. La experiencia indica que el coste de un torneo de estas características va bajando su precio a medida que se acerca la fecha de celebración.
En esto Mediaset tiene experiencia. En la Eurocopa 2016 consiguió quedarse con los partidos en abierto a solo semanas de la realización del torneo y luego de una negociación feroz con la UEFA. Finalmente Paolo Vasile logró su objetivo obteniendo el campeonato a un coste sensiblemente inferior al pedido inicialmente. ¿Podrá pasar lo mismo en el Mundial de Rusia 2018?
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