La compañía gallega ha informado de que la cita seguirá sumando retrasos mientras no disponga de las cuentas de su heredera, lo que no ha impedido que sus acciones hayan triplicado precio en Bolsa en los cruces más eufóricos.
Desde la antigua gigante pesquera, reducida ahora a tenedora de un testimonial 1,6% del capital social de Nueva Pescanova, se recuerda que los estados financieros de su último ejercicio siguen contando con dos salvedades de su auditor por no disponer del necesario balance anual de su heredera de negocio. La cotizada se defiende alegando que ya ¿ha requerido en reiteradas ocasiones¿ esta información, ¿pero todavía no las ha recibido¿, concluye.
La compañía se ha comprometido una vez más a entregar a su auditor estas cifras ¿tan pronto como las mismas sean recibidas¿, lo que se espera tenga lugar en los próximos días, pues Nueva Pescanova debe hacerlas llegar a sus accionistas al menos 15 días antes de la celebración de su propia junta general, que ha de celebrarse el próximo 30 de junio a más tardar. ¿Mientras dure esta situación, no es posible celebrar una junta general ordinaria de la sociedad¿, pues en el orden del día debe figurar obligadamente la aprobación de las cifras anuales.
A pesar de esta incertidumbre, pues de las cuentas de la nueva cabecera del grupo depende el único negocio al que ha quedado relegada Pescanova sin actividad industrial ni comercial de ningún tipo, las acciones de la compañía han llegado a sumar alzas del 227%. Desde los 0,44 euros por acción a los que la firma cerró el viernes tras apuntarse un brusco rebote que enmendó parte del enérgico descalabro de su salida a Bolsa, hasta los 1,44 euros que se han avistado en sus máximos intradía de este lunes.