Durante su intervención en un curso sobre economía digital organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y patrocinado por BBVA, ha señalado que prefiere la opción elegida para el Popular frente a la que se adoptó para el italiano Monte dei Paschi, al que rescatará el Estado italiano con fondos públicos.
En España se ha solventado una situación "muy complicada en 24 horas", se estabilizó la situación y los clientes pudieron seguir operando, mientras que en Italia tras aprobarse el rescate persisten fuertes dudas sobre el sistema en su conjunto.
Como ya hizo poco después de conocerse que el Santander se quedaba con el Popular por un euro, Roldán ha reiterado su satisfacción con el hecho de que se haya resuelto el problema sin utilizar recursos públicos, de modo que "un banco muy bien gestionado" ha aceptado gestionar una situación crítica.
No obstante, ha reconocido que no cuenta con información de primera mano sobre la operación del Popular, ya que las decisiones se han tomado en Fráncfort y en Bruselas y su principal fuente de información "son los medios de comunicación"; la AEB no ha formado parte de la toma de decisiones.
Lo que sí ha valorado es la opción elegida, de entre todas las posibles que contempla el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) -un banco "puente", o la liquidación-, que permitió absorber las pérdidas y estabilizar la situación en menos de 24 horas.
Eso sí, ha enfatizado, hay que dotar de la máxima transparencia a todos los procesos de resolución, no antes, naturalmente, cuando prima la confidencialidad, sino después, y en el caso del Popular esto se ha cumplido.
Roldán se ha referido también a la prohibición de operar con posiciones cortas sobre Liberbank decretada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hace unos días, opción que no se llevó a cabo cuando las acciones del Popular sufrían grandes oscilaciones, aunque ha reconocido que no es partidario de hacer ejercicios "contrafactuales".
No es posible ponerse en el lugar de la CNMV, ha indicado, que es el especialista en mercados y que cuenta con profesionales muy competentes; en su opinión, prohibir las posiciones cortas puede funcionar a corto plazo, pero a largo no tanto, sobre todo si la situación es muy compleja.
En cuanto al efecto que haya podido tener la resolución del Popular en la reputación del sector, ha admitido que tras la crisis no ha mejorado, aunque lo más relevante es que los clientes "tienen una mala imagen del sector pero buena de su propio banco", y esa es una buena base sobre la que construir la recuperación de la confianza. EFECOM
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