La Unión Europea de Inversiones (UEI), sociedad formada por varias empresas cuyos titulares están vinculados, en buena parte, al Opus Dei, anuncia su disolución tras quedarse sin su principal activo. Los 123,55 millones de acciones del Banco Popular, equivalente al 2,94% del capital, que han quedado amortizadas tras la resolución de la Junta Única de Resolución (JUR) y del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), del pasado 7 de junio, que declarar la resolución de la entidad hasta entonces presidida por Emilio Saracho.
La junta extraordinaria de accionistas, prevista para el próximo 28 de julio, certificará la disolución de la sociedad, al estar incursa en situación de desequilibrio patrimonial, siendo el patrimonio neto inferior a la mitad de su capital social, tal y como así resulta de los estados financieros a fecha 15 de junio de 2017.
En la actualidad, la UEI mantiene sendos contratos de préstamo con la entidad vinculada Vivienda y Oficinas, por importe de 238,8 millones de euros. Contratos que tienen la condición de préstamos participativos, con sujeción a lo previsto en el artículo 20 del Real Decreto-Ley 7/1996, de 7 de junio, sobre medidas urgentes de carácter fiscal y de fomento y liberación de la actividad económica, considerándose por tanto los mismos como patrimonio neto a efectos de la adopción de cualesquiera acuerdos de reducción de capital o de disolución.
Sin obligaciones de pago vencidas
En el anuncio de la convocatoria de la junta extraordinaria, el consejo de la sociedad hace constar que no existen obligaciones de pago vencidas y exigibles que no puedan ser cumplidas de forma regular, por lo que no está obligada a solicitar la declaración de concurso.
En el hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consejo de la UEI considera que la amortización de las acciones ha situado a la sociedad “ante una situación de imposibilidad manifiesta y permanente de desarrollar el objeto social, sin que sea previsible la obtención de beneficios y la consiguiente consecución del fin social”.
Además de su disolución, la UEI manifiesta que “durante el período de liquidación se llevarán a cabo cuantas reclamaciones, de cualquier orden y ante cualesquiera organismos, entidades o personas, sean procedentes, a efectos de las acciones de indemnización y exigencia de responsabilidades que le correspondan”, en relación a la amortización de las acciones del Banco Popular de las que era titular.
Por esta razón, esta sociedad dirigida por personas vinculadas al Opus considera que “el período de liquidación habrá de extenderse hasta la conclusión definitiva de las referidas reclamaciones y acciones”.