La medida implica una reducción del 25 % de su plantilla en sus oficinas de Welwyn Garden City y la cercana Hatfield, y se suma a otro anuncio hecho la semana pasada, del cierre de un centro de llamadas en Cardiff (Gales), con la pérdida de 1.100 empleos.
El consejero delegado de la cadena, Dave Lewis, ha introducido un plan de reestructuración con el que espera reducir costes por valor de 1.500 millones de libras (1.700 millones de euros).
Al anunciar hoy la supresión de empleos, el portavoz dijo que se trata de "un paso importante" en la reforma del negocio.
"Este nuevo modelo de servicio simplificará la manera en que nos organizamos, reducirá las duplicidades y el coste pero, también, y esto es muy importante, nos permitirá invertir en un mejor servicio a los compradores", dijo.
Pauline Foulkes, representante del sindicato Usdaw, transmitió la "preocupación" de los empleados por la noticia.
"Nuestra prioridad va a ser mantener a la mayor parte de los trabajadores con empleo y obtener el mejor acuerdo para nuestros afiliados", declaró.
Al conocerse la medida, las acciones de Tesco subieron un 1,6 % en la Bolsa de Londres, si bien han caído un 17 % desde principios de año.