Estas pérdidas han provocado un agujero patrimonial al FROB de 1.609 millones de euros, por lo que el Estado ha tenido que salir a su rescate, pero sin inyectar dinero, sino con la conversión de un préstamo concedido a la sociedad por importe de 3.000 millones.
Según ha informado hoy el organismo, en las cuentas de 2016 reconoce de entrada una pérdida de 916 millones de euros en BMN teniendo en cuenta los 825 millones que ha ofrecido Bankia para absorber la entidad.
El FROB posee el 65 % de BMN, así que su participación tendría un valor de 536 millones, lejos de los 1.453,53 millones de euros que el Estado asignaba a este paquete accionarial a cierre de 2015.
En el caso de BFA, la matriz de Bankia participada al 100 % por el Estado, el FROB asume un deterioro de 474 millones fundamentalmente por la reducción de las plusvalías en las carteras de renta fija del grupo.
Además, el fondo público que preside Jaime Ponce se ha anotado una pérdida de 155 millones por la participación que posee en Sareb, el banco malo, después de que esta sociedad redujera su capital para compensar sus números rojos y convirtiera en capital parte de la deuda subordinada en manos de sus accionistas.
Las cuentas anuales del FROB publicadas hoy reflejan un activo de 14.354 millones de euros, un pasivo de 15.963 millones de euros y, tras las pérdidas del ejercicio, un patrimonio neto negativo de 1.609 millones de euros.
Para reequilibrar patrimonialmente las cuentas del FROB, se ha acordado la conversión del préstamo concedido a la sociedad por el Estado por un importe de 3.000 millones de euros, con lo que tras la conversión queda un saldo vivo de 10.456 millones de euros.
Con esta conversión, se reduce el pasivo del FROB y aumenta la partida de Fondo patrimonial por ese mismo importe, con lo que el saldo del patrimonio neto del FROB ascenderá a un importe positivo de 1.391 millones de euros tras la aprobación de las cuentas.
Pero el FROB aclara que este rescate no supone inyección de nuevos fondos en la sociedad, ni afecta a la capacidad del Estado de recuperación de las ayudas públicas concedidas por el FROB, y tampoco tiene impacto en déficit ni en deuda pública.
Durante el pasado año, el fondo también perdió 60 millones por las garantías ofrecidas a las entidades ya subastadas, entre ellas NCG Banco -ahora rebautizado como Abanca- en el que ha puesto 97 millones para hacer frente a las devoluciones por cláusulas suelo, mientras ha recortado en 35 millones las garantías para Banco de Valencia por las menores pérdidas registradas y esperadas.
A pesar de todo esto, el FROB destaca que dispone de una posición de tesorería "suficiente" para hacer frente a sus compromisos a medio plazo y añade que a cierre de mayo de 2017, el importe de la tesorería no comprometida a corto plazo asciende a 916 millones, colocados en deuda pública del Estado y cuentas remuneradas.