Según publica hoy el diario La Vanguardia, la empresa, que pertenece al grupo CNA, con sede en Torelló (Barcelona) y que está controlado por Jorge Parladé, apuesta por la continuidad, porque confía en la fortaleza de la marca y ya está trabajando en un plan de viabilidad para convencer a la banca para refinanciar la deuda.
Edesa Industrial, con sede en Arrasate (Guipúzcoa), factura unos cien millones de euros al año, tiene unos 350 empleados en Euskadi y obtiene el 60 % de sus ingresos con producción dentro de Europa, mientras que la mayoría de su competencia fabrica lavadoras y neveras fuera del continente.
Otro de los problemas con los que cuenta la empresa es el elevado ratio de endeudamiento, al igual que los costes financieros.
El grupo catalán compró el negocio de la antigua Fagor Electrodomésticos, propiedad de Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), hace tres años en una subasta judicial por 42,5 millones.