13TV sigue recortando costes. Después de despedir a una docena de trabajadores y reducir su parrilla a mínimos, la cadena de los obispos acaba de prescindir de Alfredo Urdaci, director de informativos de la cadena desde julio de 2014 y presentador de su informativo central. Le sustituye José Luis Pérez, actual director de informativos de COPE.
María Pelayo es otra de las comunicadoras afectadas. La periodista fichó en verano de 2014 por la cadena para presentar sus informativos. Ahora abandona la cadena junto a Alfredo Urdaci y Nieves Herrero.
El viernes pasado, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, aseguró que los obispos quieren mantener 13TV y que no van a dejar que se "hunda". Tamayo reconocía que su canal de televisión atraviesa "dificultades económicas".
Una televisión que "la menos cubra costes"
Respecto de los planes a una emisora, que acumula más de 70 millones de euros en pérdidas desde su nacimiento en 2010, Gil Tamayo indicó que quieren "ponerla en situación de bonanza y que al menos se cubran los costes de sus emisiones y su funcionamiento".
Pese a ello, no ha negado que se puedan seguir produciendo recortes de plantilla para lograr este equilibrio. "Si eso genera, a parte de una influencia en la sociedad, un trabajo para las personas; pero lo que no podemos es hundir el barco porque no haya posibilidades de aliviar carga, que siempre es doloroso, pero lo haremos con la legalidad vigente iluminados por los principios de la doctrina social de la Iglesia".
Hace dos semanas comenzaron a producirse los primeros despidos en 13TV, en total una decena, que la cadena atribuyó a la finalización de contratos temporales y a la reordenación de la parrilla, pero que ocultan los problemas económicos de la televisión.
72,8 millones de euros de pérdidas
Las cuentas de la cadena enviadas al Registro Mercantil reflejan que nunca en siete años de funcionamiento la cadena ha logrado cubrir sus costes. Los ingresos de la 13TV han pasado de los 4,1 millones de euros en 2011 hasta tocar techo en los 12,3 millones en 2015.
Pese a este crecimiento, en el mejor de los casos se han llegado a cubrir el 60% de los costes. Esto ha generado que se hayan registrado pérdidas consecutivas en todos los ejercicios hasta sumar 72,8 millones, incluyendo las pérdidas de once millones de 2016, que todavía no se han hecho públicas en el Registro.