El Banco Santander ha puesto ya valor y fecha a la ampliación de capital prevista para afrontar la compra del Banco Popular. El banco que preside Ana Botín iniciará esta semana el proceso por el que prevé captar 7.072 millones de euros con los que reforzará y optimizará la estructura de recursos propios "para dar adecuada cobertura a la adquisición del Popular", ha indicado en un hecho relevante enviado al regulador.
La entidad emitirá 1.458.232.745 nuevas acciones ordinarias con un valor nominal de 0,5 euros, más una prima de emisión de 4,35 euros por acción, por lo que el tipo de emisión total será de 4,85 euros por acción. Este valor supone alrededor de un 19% de descuento respecto al precio de cierre de este lunes (6 euros por acción, tras registrar un alza de 3,6% en la sesión) o del 17,75% frente al precio teórico de los derechos de suscripción.
Cada acción actualmente en circulación, señala el banco, da un derecho de suscripción preferente. Se necesitarán 10 derechos para suscribir una acción nueva. El período para suscribir el aumento de capital durará 15 días naturales, entre el 6 y el 20 de julio, según estima la entidad que todavía debe registrar el folleto de la emisión. Los derechos de suscripción preferente se negociarán en las Bolsas de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, a través del Mercado Continuo, y en las Bolsas de Lisboa y Buenos Aires.
Además, los derechos de adquisición preferente que no se ejerciten en este período quedarán extinguidos, indica el hecho relevante del Santander, pero si la demanda no fuera suficiente entre accionistas, los títulos remanentes "podrán asignarse discrecionalmente entre inversores". No obstante, el Santander indica que ha suscrito un contrato de aseguramiento y colocación con un sindicato de entidades de crédito, por lo que el aumento se cerrará con éxito. Además del Santander, Citigroup y UBS serán las entidades que coordinarán la operación a nivel global.
Se espera que estas nuevas acciones empiecen a cotizar a finales de este mes y la entidad pagará el primer dividendo a cuenta de los beneficios de 2017 el próximo 4 de agosto. Este dividendo será de 0,06 euros por acción. El último día con derecho al cobro de este dividendo será el día 1 de agosto y los titulares de las nuevas acciones representativas del aumento tendrán derecho a él, ha señalado el Santander.
La aportación del Popular
En un hecho relevante adicional, el Santander comunicó anoche sus estimaciones financieras para el primer semestre del año, cuyos resultados publicará a finales de este mes y la aportación que el Popular hará al Grupo Santander en su primer mes integrado después de su adquisición el pasado 7 de junio a un precio simbólico de un euro.
"El beneficio neto atribuido de Grupo Santander a 30 de junio experimentará una variación muy poco significativa con respecto al estimado de 3.600 millones de euros que habría resultado de no haber tenido lugar esta integración", señala la entidad que preside Ana Botín. Esta cifra supone un 24% más que en el primer semestre de 2016, sin tener en cuenta la integración del Popular, pero se reduce a un 14% al tener en cuenta el impacto no recurrente y negativo de 248 millones que se registró entre enero y junio de 2016. Además, sin tener en cuenta los tipos de cambio, el alza del beneficio atribuido se reduce a un 11%, aislando el impacto no recurrente.
Entre los principales ajustes de primera consolidación del Popular se centran en la puesta a valor razonable de los activos inmobiliarios y crédito a la clientela por un importe de unos 7.200 millones -contando con el deterioro de los activos registrado entre marzo y junio-, y de otros activos ya deducidos por motivos normativos y que pierden todo su valor tras la declaración de inviabilidad del banco, explica el Santander. La entidad tiene 12 meses -hasta junio de 2018- para estimar de manera definitiva el valor razonable de los activos y pasivos del Popular.
El Santander estima que la tasa de morosidad del Popular se situaría en el entorno del 20% con una cobertura de aproximadamente el 61% tras los ajustes de la compra. Esto dejará la morosidad y cobertura del grupo resultante en el 5,4% y algo menos del 70%, respectivamente. La última tasa de morosidad conocida, la del primer trimestre, ascendía al 15%, lo que implica que el Santander ha aflorado una importante cantidad oculta o que la crisis del segundo trimestre produjo importantes impagos.
Tras los ajustes, se espera que el Popular aporte créditos netos por unos 82.000 millones y depósitos por 65.000 millones, concentrados en España, que representarían alrededor del 10% y el 8,5%, respectivamente, del grupo resultante tras su integración. El Popular cuenta con unos activos inmobiliarios de 17.500 millones de euros que, tras el saneamiento, se quedarán en unos 6.500 millones. El importe de los activos inmobiliarios del grupo se quedará en 11.000 millones de euros de valor neto contable.
La ratio CET1 'fully loaded' a 30 de junio sería de aproximadamente el 10,7%, si el Banco Santander completa la ampliación de capital por el importe de 7.072 millones de euros, lanzada este martes.
Estimaciones del primer semestre
El banco que preside Ana Botín calcula que los ingresos crecerán aproximadamente un 7% respecto a los del primer semestre de 2016, gracias al margen de intereses y las comisiones, que se prevé que crezcan un 6% y algo más de un 11%, respectivamente.
En cuanto a los costes, se prevé que incrementen en un 7% (algo menos de un 4% sin tener en cuenta el efecto del tipo de cambio), "claramente por debajo de la inflación media de los principales mercados del Grupo", explica la nota, que añade que las dotaciones para insolvencias se reducirán en aproximadamente un 6% con caídas generalizadas en los principales mercados con excepción de México y Argentina.
Por todo ello, el coste del crédito se mantendrá por debajo del 1,2%.
En cuanto al balance, el banco ha observado un "ligero crecimiento" del crédito neto a clientes en el semestre (+1%), con un aumento de 3,5% en los depósitos en prácticamente todos los mercados principales del grupo. Asimismo, se estima que la tasa de mora se sitúe por debajo del 3,6%, manteniendo la trayectoria descendente "como consecuencia de la mejora en los indicadores de riesgo y una cobertura que se mantiene estable en el entorno del 73%".