Era marzo de 2007 cuando se aprobó en el Congreso de los Diputados. Se le llamó Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva entre Hombres y Mujeres (LOIMH). Han pasado, pues, poco más de 10 años desde que el Ejecutivo de Zapatero lograra los apoyos de todos los representantes de la Cámara, excepto el del PP, que se abstuvo. El entonces presidente del Gobierno aseguraba que la norma transformaría “para bien, radicalmente y para siempre” la sociedad española. Pero, ¿ha conseguido esta ley lo que pretendía? ¿Cuál es hoy la situación en el seno de las empresas?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la ley atañe a dos tipos de empresas, dependiendo de dos artículos de la norma. Las sujetas al artículo 75 -las que no presentan cuentas abreviadas- debían, en un plazo de ocho años, llegar a una cifra “equilibrada” de mujeres y hombres en los consejos de administración, es decir, ni por encima del 60% ni por debajo del 40% de cada sexo. Por otra parte, las sujetas al artículo 45 están obligadas a elaborar un Plan de Igualdad.
Lo cierto es que no se han logrado grandes avances desde 2007, tanto en el primero como en el segundo tipo de empresas. Este año, las empresas sujetas al artículo 75 suman 12.751 y las sujetas al artículo 45 son 2.717; el resto de sociedades alcanzan la cifra de 998.276 empresas. “No se cumple la ley”, asegura a este periódico Nathalie Gianese, directora del departamento de estudios de Informa y una de las autoras del estudio Presencia de las mujeres en la empresa española.
Según las conclusiones de Informa, solo el 12,63% de las empresas sujetas al artículo 75 cumplen lo estipulado e incluyen como mínimo a un 40% de mujeres en sus consejos de administración. Esta proporción es del 11,23% en el caso de las empresas obligadas a elaborar un Plan de Igualdad.
Para el resto de las empresas estudiadas, que no están sujetas a ninguna regulación específica, el informe apunta que el 25,95% cuentan con más de un 40% de mujeres en su consejo. ¿El problema para las contempladas por la ley? "No hay un sistema de control ni sanciones que motive a las empresas a incrementar la cuota de mujeres", dice Gianese, que apunta a que el aumento de la presencia femenina en los puestos de dirección de las empresas es "lento e inferior" respecto al que se da en otros sectores de la sociedad.
Desde Womenalia, la red de mujeres profesionales, se muestran optimistas a pesar de los datos. "Viene un tsunami rosa y el cambio va a ser real", apunta a este periódico su CEO, María Gómez del Pozuelo. "Cuando hombres y mujeres trabajan juntos, aumenta un 18% la productividad", asegura.
¿Y las empresas del Ibex?
Las 35 empresas que componen el Ibex no solo están sujetas a la LOIMH, sino que
también deben acatar el Código de Buen Gobierno, que recomienda tener un 30%
de mujeres en los consejos.
En estas compañías, la evolución está siendo positiva, aunque todavía no se ha logrado el objetivo. Mientras en 2005 había un 3,3% de mujeres consejeras, la cifra llegaba al 20,31% en febrero de 2017, según el V Informe Mujeres en los Consejos de Administración de las compañías del Ibex-35, elaborado por el IESE y Atrevia.
Dicho informe constata además que tan solo hay cuatro empresas (Abertis, Santander, Red Eléctrica y Grifols) que cumplen con la recomendación de la Comisión Europea de tener al menos un 40% de presencia femenina en los puestos no ejecutivos.
A por un sistema de cuotas
Para los expertos consultados, la única forma de que se consiga una igualdad real dentro de las empresas es instaurar una ley de cuotas "gradual y temporal". ¿Qué significa esto? Que se irían aumentando poco a poco los porcentajes de presencia femenina hasta que se alcanzara la igualdad. Después, se eliminaría la ley.
Este no es un sistema nuevo. Funciona en otros países como Italia que, con un 30% de mujeres en los órganos de gobierno de las cotizadas, aventaja a España en diez puntos porcentuales. Nuestro país vecino, Francia, da ejemplo al resto de Europa con un 37,1%.
"La representación actual no responde a cómo están preparadas las mujeres y, además, supone una pérdida de talento", explicaba a este periódico el doctor en Economía e investigador de Fedea Ignacio Conde-Ruiz.
Desde Informa y Womenalia también se inclinan por esta ley aplicada del mismo modo. "Es una de las maneras de que los cambios se empiecen a producir, ya que funciona en todos los países en los que está implantada. Si no, seguirá todo igual", asegura Gianese, que matiza que, aun así, "no soluciona todos los aspectos de la representación femenina".
Gómez del Pozuelo se inclina además por que las marcas presten atención a lo que pasa a pie de calle. "Las mujeres tomamos el 80% de las decisiones de compra, somos un lobby grande económico", apunta, indicando que no tiene sentido que en los órganos de decisión no tengan suficiente presencia las mujeres.
Como puede observarse, en los últimos diez años no se han cumplido los objetivos que la LOIMH marcaba. Habrá que ver si se impulsa alguna reforma que provoque conseguirlos en los próximos diez.