La transacción, que supone la salida de la petrolera anglo holandesa del negocio de exploración y producción en Irlanda, contempla un pago inicial de 947 millones de dólares (830 millones de euros) y pagos adicionales por un máximo de 285 millones de dólares (250 millones de euros) entre 2018 y 2025 en función de la evolución de los precios del gas y de la producción.
Shell espera cerrar la operación en el segundo trimestre de 2018, una vez recibidas las pertinentes autorizaciones de los reguladores y sus socios.
"La transacción es parte de nuestra estrategia para transformar Shell", declaró el director del negocio de 'upstream' de la petrolera, Andy Brown, recordando que la compañía ha llevado a cabo ya desinversiones por importe de más de 20.000 millones de dólares (17.454 millones de euros) del total de 30.000 millones de dólares (26.182 millones de euros) previsto en su plan a tres años.