Las acciones de la biofarmacéutica española Oryzon Genomics han caído un 27,46% al cierre de la jornada, después de que el laboratorio suizo Roche anunciara que no seguirá colaborando en el desarrollo clínico de ORY-1001. Los títulos han registrado mínimos de 1,94 euros por acción.
Roche comunicó a la biofarmacéutica que su decisión no se debe "a los datos negativos de la molécula" sino a un cambio en las prioridades internas de la compañía.
Oryzon, fundada en el año 2000 por Tamara Maes y Carlos Buesa, es una compañía especializada en genética. La empresa, con sede en Barcelona, centró su modelo de negocio en el diagnóstico genómico, proporcionando este tipo de servicios a la industria farmacéutica hasta 2008, momento en que iniciaron sus proyectos de investigación tras adquirir Crystax Pharmaceuticals.
Acuerdo de investigación entre las dos compañías
En 2014 Oryzon anunció que licenciaba su primer fármaco a Roche, que pagaría 12 millones de dólares (10,31 millones de euros) a la compañía para hacerse con las dos patentes que incluyen la molécula destinada a tratar la leucemia mielodie aguda.
Además, con este acuerdo se abría la posibilidad de que se produjera una colaboración de investigación entre la multinacional suiza y la empresa española. Sin embargo, los últimos acontecimientos apuntan a que esta relación ha llegado a su fin.
Carlos Buesa, director general de Oryzon, ha comentado que la compañía lamenta la decisión, y que en en las próximas semanas se centrarán en "recuperar la molécula lo antes posible y en el análisis y planificación para continuar su desarrollo clínico sin que se produzcan retrasos". Desde Oryzon, apuntan, "estamos convencidos que ORY-1001 (la molécula) tiene un gran potencial para el tratamiento de un amplio rango de tumores y la compañía está decidida a continuar su desarrollo".