La firma, cuya actividad se extiende a los sectores eléctrico, aéreo, hidrocarburos y de salud, entre otros, informó de que entre enero y junio pasado sus beneficios netos cayeron un 33 %, hasta los 1.804 millones de dólares.
En el segundo trimestre, los beneficios netos cayeron un 57 %, hasta los 1.185 millones de dólares, y los ingresos bajaron un 12 %, hasta los 29.558 millones de dólares.
La ganancia por acción fue de 25 centavos de dólar, frente a los 38 centavos que anotó en el primer semestre de 2016, y los ingresos cayeron un 7 %, hasta los 57.219 millones de dólares.
"Esperamos una transición suave en la posición de CEO el 1 de agosto", anunció Immelt en comentarios recogidos en el comunicado que da a conocer los resultados trimestrales del grupo y el acumulado semestral.
La compañía anunció el pasado 12 de junio que Immelt cedería la máxima dirección ejecutiva del grupo a partir del 1 de agosto, aunque se mantendrá como presidente del consejo de administración hasta el 31 de diciembre.
Se pondrá al frente del grupo John Flannery, presidente y directivo ejecutivo de la división de salud de General Electric.
El beneficio neto por acción ajustado terminó en 28 centavos de dólar, frente a los 51 que tuvo en el segundo trimestre del año pasado, y por encima de los 25 centavos que habían calculado los analistas.
Aun así, los resultados no estaban siendo bien recibidos por Wall Street. Los títulos de General Electric, que integran el Dow Jones de Industriales, caían un 4,10 % en la primera media hora de las operaciones del parqué neoyorquino.
A Immelt le ha tocado dirigir la empresa en una etapa de profundas transformaciones, ligadas, entre otras decisiones, a la decisión, anunciada el 10 de abril de 2015, de desprenderse de su brazo financiero, GE Capital.
Esa operación implicó también vender su cartera inmobiliaria, valorada entonces el 26.500 millones de dólares, y centrarse exclusivamente en el sector industrial, para que en 2018, después de se complete este proceso, genere el 90 % de sus beneficios.
También ha anunciado su intención de reducir su presencia en el segmento de electrodomésticos.
En una conferencia telefónica con inversores, Flannely anunció que después de que asuma las riendas del grupo, el 1 de agosto próximo, realizará una "revisión completa" de la compañía, en un proceso que, dijo, "ya está en camino".
En principio, no se conocerá hasta noviembre próximo el resultado de esa revisión, lo que abre una etapa de incertidumbres que estaba siendo castigada hoy por Wall Street.
La caída de hoy colocaba los títulos de General Electric en los niveles más bajos desde septiembre de 2015, con una capitalización de mercado de 221.450 millones de dólares, la mitad de firmas como Microsoft.
Al dar a conocer los resultados trimestrales, Immelt dijo en el comunicado que el grupo ha reducido sus costes estructurales del sector industrial en 670 millones en lo que va de año, y está en curso de completar durante el año la meta de 1.000 millones.
Al detallar los resultados trimestrales, General Electric anotó una caída del 27 % en sus ingresos por conexiones eléctricas, un segmento que genera la décima parte de sus ingresos totales.
Los de generación eléctrica, que aporta la cuarta parte de sus ingresos, crecieron un 5 %.
Wall Street es consciente de que la compañía entra a una transición que requerirán de ajustes, y por eso la firma está pidiendo indulgencia con las previsiones de los analistas.
"Normalmente, cuando llega un nuevo CEO, especialmente después de que haya habido otro por mucho tiempo, quieren que se baje el listón porque es desde donde parte el punto inicial", declaró a la cadena CNBC el analista de la firma Harbor Advisory Jack DeGan.