Endesa esperará a la decisión que adopte el Gobierno en agosto respecto al futuro de la central nuclear de Santa María de Garoña, una vez que la sociedad Nuclenor, en la que es socio junto a Iberdrola, no acordó presentar alegaciones en el plazo abierto por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre del año, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, lamentó el hecho de que no se presentaran alegaciones ante la situación de desencuentro con su socio en Nuclenor respecto al futuro de la central y aseguró que Endesa siempre ha sido "coherente" respecto a Garoña y que respetará la decisión que adopte el Gobierno, que es quien debe decidir la política energética.
"Los operadores debemos contribuir a que se apliquen", añadió el directivo, quien lamentó haber "fallado" en alcanzar una posición común con Iberdrola respecto al futuro de la central.
La nuclear debe estar en el 'mix' al menos hasta 2040
No obstante, Bogas defendió que la nuclear debe seguir estando presente en el 'mix' energético español al menos hasta el año 2040, ya que es "esencial", y prescindir de ellas supondría introducir una gran "volatilidad".
En las cuentas del primer semestre del año remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Endesa señala que registró un impacto negativo de 7 millones de euros por su participación del 50% en Nuclenor, sociedad propietaria de la central nuclear de Santa María Garoña en la que la eléctrica es socia de Iberdrola.
Asimismo, las inversiones brutas en el periodo de enero a junio de la energética incluyen una aportación de 21 millones de euros realizada a Nuclenor.
Además, Endesa advierte que la situación actual de Nuclenor podría tener "un impacto relevante" sobre los resultados de sus sociedades participadas.
Implantación del nuevo plan de acción
Por otra parte, la compañía está implantando un plan estratégico que permita una mejora en sus márgenes de negocio y costes. Este nuevo plan de acción ya está contribuyendo a mejorar los resultados de este año, si bien su efecto total "será visible en los próximos años".
Este plan, focalizado en la inteligencia artificial y la digitalización, se aplicará a "todo tipo de datos", indicó el directivo, y tiene acciones identificadas, como la externalización de procesos, reorganización, optimización de oficinas, un plan para reducir costes de servir y de adquisición a través de la digitalización, así como nuevas herramientas de gestión integrada en gas y electricidad, entre otras.
Asimismo, el grupo reiteró que mantiene sus objetivos para este año de un beneficio neto de 1.400 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 3.400 millones de euros, a pesar de la caída de beneficios en el primer semestre.
"Reiteramos los objetivos", indicó el director financiero Paolo Bondi, que apostó por una normalización de las condiciones climatológicas en la segunda parte del año.