El banco ha atribuido el repunte de su beneficio semestral a la "fortaleza" de los ingresos de su negocio tradicional bancario, junto al control de los gastos, las menores provisiones por la bajada de la morosidad y la caída de los adjudicados.
De este modo, destaca Bankia, la rentabilidad sobre fondos propios se elevó al 8,6%, frente al 8,2% del primer semestre de 2016.
El consejero delegado de la entidad, José Sevilla, ha resaltado que la primera mitad del año ha estado caracterizada por el "fuerte" empuje de la actividad comercial.
"Hemos concedido más hipotecas en seis meses que en todo 2016; el crédito al consumo crece con fuerza, y lo mismo sucede con la financiación a pymes", ha subrayado.
Por su parte, el margen de intereses de Bankia se redujo en un 11,4% en el primer semestre, hasta los 995 millones de euros, por el menor rendimiento de las carteras de deuda y el impacto de los bajos tipos de interés.
Las dotaciones a provisiones realizadas por la entidad en la primera mitad del año sumaron 238 millones de euros y el saldo de morosos descendió en 922 millones de euros, lo que situó la tasa de morosidad en el 9,1%, siete décimas menos.