En concreto, los proyectos presentados por la subsidiaria de Avangrid, la filial estadounidense de la multinacional energética española, permitirían estabilizar los costes de la electricidad para los consumidores y reducir las emisiones en 1,4 millones de toneladas de carbono, equivalentes a las emisiones anuales de 280.000 vehículos, informó la compañía.
Entre las opciones propuestas por la energética se encuentra una nueva línea de transmisión entre Maine y Québec, que proporcionaría una ahorro de unos 150 millones de dólares (unos 128,6 millones de euros) anuales en costes de electricidad a través del acceso a los recursos hidroeléctricos de Hydro-Québec, empresa estatal canadiense y el mayor productor mundial de energía hidroeléctrica.
Esta línea de transmisión sería de unas 145 millas (unos 233,3 kilómetros), se encargaría de traer energía hidroeléctrica desde Canadá y podría facilitar hasta 1.200 megavatios (MW) 'verdes' a los consumidores de Massachussets. Su entrada en operación estaría prevista para 2022.
La filial de Iberdrola también ha presentado un segundo proyecto consistente en una línea de 140 millas (unos 225,3 kilómetros) y que ofrece una capacidad de 460 MW a 1.110 MW. Su entrada en operación estaría prevista también para 2022.
Con estos proyectos, la compañía compite dentro del programa lanzado en Massachusetts el año pasado para desarrollar proyectos por 1.200 MW en renovables, además de al menos 1.600 MW de energía eólica marina.
ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos es un mercado estratégico para Iberdrola. Desde finales de 2015, el grupo opera en Estados Unidos a través de la sociedad Avangrid, empresa fruto de la integración amistosa entre Iberdrola USA y UIL Holdings Corporation.
Avangrid, que cotiza en la Bolsa de Nueva York, tiene su sede en New Haven (Connecticut), opera en 25 Estados estadounidenses y cuenta con activos por valor de 31.000 millones de dólares (unos 26.649 millones de euros), siendo el tercer operador eólico del país, con cerca de 6.200 MW en potencia eólica instalada.