Son los nuevos ‘amos’ del sector de la VTC. Están llamados a controlar un segmento que crece a marchas forzadas gracias, en buena parte, al aluvión de licencias de arrendamiento de coches con conductor por vía judicial. José Antonio Parrondo y Juan Ortigüela se han erigido en los nuevos polos de atracción del sector de transporte para plataformas como Uber o Cabify.
Y en plena guerra del taxi, con un nuevo ‘fuego’ generado por la Generalitat de Cataluña, ambos se han lanzado a través de sus compañías a reclutar chóferes para operar las licencias que, en la mayoría de los casos, han logrado a través de sentencias judiciales.
Ares Capital
Ares Capital es una de las compañías más señaladas por el sector. Lleva años operando y ha construido una red de empresas con las que gestiona y vende las licencias de VTC. Y desde el pasado mes de junio es investigada por la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Málaga por la supuesta especulación con este tipo de autorizaciones tras la denuncia de la Confederación de Taxis de la Costa del Sol.
Hoy la compañía ha reducido de manera muy significativa el número de licencias disponibles, según el registro de transportes del Ministerio de Fomento. Ha pasado de las 483 con las que contaba el pasado mes de junio a 253. ¿Qué ha pasado con esas 230? Han sido vendidas a terceros o a sociedades filiales de esta compañía que luego, a su vez, son vendidas. La gran mayoría de las ‘pérdidas’ se concentran en Málaga (han pasado de 200 a 56), pero también en Barcelona (11 menos) o Palma de Mallorca. En esta última ciudad ya no tiene ni una sola licencia.
Ahora, la compañía se lanza a buscar. Los requisitos que reclaman son, según los anuncios publicados en diversas plataformas de empleo, conocer el idioma inglés, las calles y hoteles principales de Madrid y experiencia de, al menos, un año dentro del sector del transporte.
Cibeles Comfort Cars, sin licencias registradas… de manera directa
El caso de Business Cars Madrid es curioso. La compañía, que ha dado entrada a inversores de capital riesgo de renombre en España en una ronda millonaria hace algo más de un mes, se lanza a reclutar conductores. Lo hace sin contar, hasta el momento, con licencias propias tal y como queda reflejado en el registro de Fomento. La que sí tiene es Gesstaxi, cuya dirección coincide como domicilio social con Business Cars Madrid. Asciende a casi medio centenar.
Uno de los inversores y consejeros de la compañía, Hugo Arévalo, explica a EL ESPAÑOL que cuentan con varios centenares de licencias pendientes de la tramitación para activarlas. En concreto, esperan que al menos 270 puedan estar activas y operando durante el mes de octubre. ¿Y el resto hasta las 1.000 que tienen previsto controlar? No tienen plazos, pero esperan que lleguen a lo largo del año 2018.
“Nosotros queremos operarlas, en principio, y que generen actividad, no especular con ellas”, defiende. Lo harán en las dos principales plataformas: Uber y Cabify. ¿Y en el futuro habrá potenciales ventas de estos activos? “Habrá que verlo”, asegura.
Cabify suma más sociedades… y licencias
En el caso de Cabify, ha habido algunos cambios en las últimas semanas. El pasado mes de julio, la filial con la que la empresa española gestiona todas sus licencias VTC -Maxi Moiblity Transporte de Viajeros SL- ha creado ocho nuevas sociedades, cuyos nombres empiezan todos por ‘Global’. Sustituyen a otras firmas que han ido siendo transmitidas a los distintos conductores.
Las antiguas sociedades con las que sigue contando suman, según el registro de Fomento, un total de 74 permisos -entre un total de 10 firmas-. Se suman a las 276 que tiene registradas la propia Maxi Mobility. Es decir, Cabify cuenta con 350 autorizaciones.
Las licencias, frenadas… pero con previsión de multiplicarse
Mientras este reclutamiento tiene lugar principalmente en Madrid, el ‘parque’ de licencias se mantiene sin grandes crecimientos, a la espera del gran aluvión. De hecho, se ha pasado de las 5.730 licencias de comienzos de junio a 5.670 en este momento. Como ha ocurrido en otras ocasiones, según explican varias fuentes del mercado consultadas, se trata de algo habitual pues de ese registro desaparecen todas las licencias que han perdido el visado. Éste puede recuperarse tras una nueva gestión administrativa, por lo que no se trata de una amortización de autorizaciones.
Se espera que el grueso de licencias llegue durante los próximos meses, pues el mayor número de recursos que están en sede de los tribunales superiores de las comunidades autónomas y en el Tribunal Supremo deben dilucidarse a partir de ahora. Sólo las cinco últimas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, emitidas el pasado mes de junio y que han sido consultadas por este medio, suman 310 autorizaciones.
¿Y los precios que se piden por esas licencias? No han dejado de subir en este tiempo. Hay anuncios en algunos de los tablones de anuncios digitales que llegan incluso a ofertar sociedades limitadas a las que están vinculadas 4 permisos por 320.000 euros.
La batalla en Barcelona
Mientras existen estos movimientos, en Barcelona un último movimiento de la Generalitat ha incendiado el sector. La decisión de presentar una propuesta de decreto ley el pasado martes ha sido el detonante. ¿Qué implica esa nueva normativa? No sólo una moratoria de 2 años para transmitir las autorizaciones, sino también la obligatoriedad de exihibir una identificación en el parabrisas y de informar de cada viaje a través de un registro electrónico.
Para Unauto, la patronal del sector de VTC, se trata de algo “inaceptable, pues entiende que se trata de una normativa que pretende “dificultad y restringir aún más la operativa de la VTC”. Consideran “totalmente inadmisible” limitar "el cambio de titular de las autorizaciones VTC durante un periodo de dos años, mientras los taxistas podrán seguir especulando libremente con sus licencias, que tratan como un activo financiero".