A finales de julio, el administrador concursal de Isolux planteó un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE), en virtud del cual los afectados habrían dejado de trabajar de forma inmediata y durante tres meses para evitar que la compañía presentara ya en agosto una posición de caja negativa de 1,2 millones y de 8 millones en septiembre.
Los sindicatos se opusieron a esta propuesta y plantearon la posibilidad de un ERE voluntario, con derecho de veto razonado por parte de la dirección, que ha sido aceptado por el administrador concursal y aprobado ayer en asambleas por los trabajadores.
Los trabajadores que se acojan al ERE cobrarán una indemnización de 20 días por año trabajo en un plazo de entre siete doce meses desde la extinción del contrato, que, como fecha tope, se rescindirán el 31 de agosto.
La empresa ha propuesto el 10 de agosto como fecha tope de adscripción voluntaria.
En caso de que el ERE voluntario no complete las previsiones de la empresa para cada sociedad, se abrirá un proceso de negociación de un ERTE, según la misma fuente.
El concurso de acreedores se extiende a siete empresas: Grupo Isolux Corsán, Corsán-Corviam Construcción, Isolux Ingeniería, GIC Concesiones, Isolux Corsán Servicios, Isolux Corsán Inmobiliaria e Isolux Energy Investments, que actualmente emplean a 1.003 personas en España.
El ERE voluntario va dirigido al 55 % de la plantilla de Isolux Ingería, que emplea a 389 personas; al 40 % de Corsán Corviam, que suma 439 trabajadores en España; y al 35 % de Grupo Isolux Corsán (146 empleados).
La afectación para el resto de sociedades, para las que inicialmente el administrador planteó la liquidación, no ha sido detallada.
Acuciado por la falta de liquidez, el grupo de ingeniería y construcción presentó solicitó a comienzos de julio concurso voluntario de acreedores, con una deuda de 1.675 millones y la intención de poder salvar los negocios rentables.