El margen bruto recurrente creció un 8,4% entre enero y junio, hasta alcanzar los 458,5 millones de euros, lo que, sumado a una reducción del 3,5% en los gastos de explotación, llevó a la entidad a mejorar su ratio de eficiencia recurrente hasta el 64,93%. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE, por sus siglas en inglés) de la entidad se situó en el 2,96% al cierre de junio.
Por su parte, la tasa de morosidad se redujo en 1,83 puntos porcentuales, hasta el 12,38%, mientras que la tasa de cobertura del crédito dudoso se situó en el 44,32%, por encima de la registrada en el pasado ejercicio (42,07%).
La entidad elevó 2,88 puntos porcentuales su coeficiente de solvencia 'phased-in' en el último año, hasta el 14,46% registrado al cierre del primer semestre, un aumento derivado, principalmente, de la colocación de una emisión de deuda subordinada por 300 millones de euros el pasado 31 de mayo, que computa como capital de segunda categoría (Tier 2).
La ratio CET 1 'phased-in' se incrementó hasta el 11,59%, al tiempo que la ratio CET 1 'fully-loaded' lo hizo al 11,38%, de forma que cumple "holgadamente" los requerimientos del Banco Central Europeo (BCE), según ha señalado la entidad.
El riesgo promotor de la entidad cayó un 18,5% en el primer semestre, mientras que el crédito sano de clientes avanzó un 2,9%, hasta los 27.505 millones de euros.