La venta por parte de la compañía con sede en Tokio, que no ha confirmado oficialmente la información, se podría iniciar en septiembre y ascender a "decenas de billones de yenes" (cientos de millones de euros), apuntó el diario.
En este sentido, Fujitsu emitió hoy un comunicado en el que asegura que la noticia "no está basada en ningún anuncio oficial" pero reconoce que está "considerando varias posibilidades, incluidas alianzas con otras compañías" en relación a su rama de teléfonos móviles.
El fabricante, el número 5 del sector en Japón, buscaría acabar con el desarrollo y fabricación de aparatos, pero mantendría un parte minoritaria del negocio para mantener la marca de móviles viva, según añadió el diario.
Varios fondos de inversión como el nipón Polaris Capital Group o el británico CVC Capital Partners Ltd (CVC.UL) han mostrado interés por la rama de móviles de Fujitsu, igual que lo ha hecho el fabricante chino de ordenadores personales Lenovo y el líder chino de los "smartphones" Huawei, apuntó el diario.
Fujitsu creó una compañía separada con su rama de teléfonos en 2016 y dijo que buscaba un socio para reforzar sus operaciones.
La mayoría de los fabricantes japoneses que apostaron por el negocio de los móviles han decidido abandonarlo ante la enorme competencia de marcas extranjeras.
De las 11 compañías que fabricaban teléfonos móviles en los años 2000, solo tres continuarán desarrollando y fabricando aparatos: Sony, Sharp (ahora una unidad de la taiwanesa Foxconn) y Kyocera.
Mitsubishi Electric se salió del negocio en 2008, a la que siguió Toshiba en 2012, mientras que Panasonic y Nec lo hicieron en 2013.