Las salidas se llevarán a cabo de forma voluntaria en su mayor parte a través de prejubilaciones, bajas voluntarias, recolocaciones diferidas y reducciones de jornada. El mayor grueso del ERE se contempla en tierra (165 en dirección técnica; 49 en producción; 154 en corporativa; 37 en el área comercial y 310 en aeropuertos).

Así se lo ha trasladado hoy la compañía aérea a la Comisión Negociadora que representa a los trabajadores, en su primera reunión para abordar la negociación del nuevo ERE, en la que primera vez los tres colectivos negociarán con Iberia en una mesa única. La afectación final dependerá de los trabajadores que se acojan al ERE voluntario, aunque los sindicatos ven factible que se cumpla el cupo faltan por negociar las condiciones.

El próximo encuentro entre las partes se ha fijado para el próximo martes, con lo que los sindicatos estudiarán la documentación presentada por Iberia para realizar sus aportaciones en el transcurso de nuevas reuniones dentro del calendario fijado para la negociación. Disponen de un mes para negociar las condiciones del nuevo ERE, que tendrá como fecha límite el 31 de diciembre de 2019.

Los sindicatos consultados por Europa Press coinciden aunque con matices en que las líneas rojas pasan por la garantía de que sea un ERE voluntario por ambas partes --Iberia ya ha comunicado que esa es su intención-- y que su aplicación "no suponga la merma de derechos recogidos por convenio", en vísperas de su negociación.

También han planteado que se incluyan como en los dos EREs anteriores: "bajas incentivadas, recolocaciones diferidas y prejubilaciones, así como la posibilidad de reducciones de jornada (novación de contrato)".

Siendo así, no ven problema en cubrir el cupo voluntariamente teniendo en cuenta los efectivos en edad de jubilación de aquí a 2018, y el grueso de la negociación se enfocaría en "las condiciones ventajosas" para la salida de la empresa. Asimismo, reclamarán un importe mayor al ofrecido en 2014.

QUE INCLUYAN A LOS FIJOS DISCONTINUOS Y FIJOS A TIEMPO PARCIAL.

Por parte de CC.OO., el sindicato con mayor representación en la Comisión Negociadora, ha trasladado a la compañía la posibilidad de que por primera vez puedan acogerse al ERE voluntario los fijos discontinuos y los fijos a tiempo parcial. Además, ha propuesto que las subidas salariales que se acuerden en los próximos convenios se apliquen a los trabajadores que se acojan al ERE.

En el caso concreto de los TCP, el colectivo ha planteado que coexista el ERE voluntario y la posibilidad de prejubilarse con 55 años, acogiéndose a la conocida como excedencia especial para aquellos que así lo deseen, una "línea roja clara" para los tripulantes de cabina.

Los representantes de los TCP en la mesa negociadora han hecho hincapié en la necesidad de que coexistan el ERE voluntario y la excedencia especial, recogida por convenio, de forma que cada trabajador pueda elegir voluntariamente si se acoge a una otra opción. Una propuesta a la que Iberia no ha contestado todavía.

Con carácter previo, al inicio de la negociación del ERE voluntario, el sindicato Sitcpla de TCP quiso que se incluyera una cláusula de salvaguarda para que se respetaran los ámbitos propios de cada colectivo, con la excedencia especial y las prejubilaciones como telón de fondo. Considera que se deben recoger como mínimo los incrementos salariales incluidos en el XVII Convenio (un 1% en 2016 y hasta otro 1% en 2017, con una mejora del 2% respecto a la oferta planteada en julio de 2014).

SICTPLA DENUNCIA SU EXCLUSION DE LA MESA.

El Sictpla --que no ostenta representación en la mesa unitaria pese a tener el 19% de representación de TCP, pero tener menor peso en la plantilla de Iberia-- ha presentado una reclamación ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) por su exclusión de la mesa unitaria. La mesa unitaria fue aprobada por mayoría con el voto en contra del Sitcpla y de la Comisión de Trabajadores Asamblearios (CTA).

Iberia pactó en 2014 un ERE voluntario para un máximo de 1.427 trabajadores de los colectivos de tierra y pilotos (cuya vigencia finaliza el 31 de diciembre de 2017), cordado con sindicatos mayoritarios firmantes del acuerdo de mediación de Jaime Montalvo. El acuerdo del nuevo ERE voluntario afectará a todos los colectivos.

La plantilla ronda los 17.800 trabajadores, donde el personal de tierra sigue siendo el más elevado (13.200 trabajadores) y supone el 73% del total, tras los ajustes acometidos en tripulaciones (3.400 TCP y 1.200 pilotos), donde se han abierto incluso procesos de contratación.

Será el tercer ERE voluntario que aplicará la compañía española, tras su plan de reestructuración, e integrada ya en el 'holding' IAG.

Los dos ERE anteriores afectaron a un total de 5.000 trabajadores con un coste para el grupo aéreo cifrado en unos 1.000 millones de euros, y que los sindicatos esperan sea similar.