La multinacional australiana Berkeley que pretende ubicar esta mina de uranio en Retortillo (Salamanca) ha anunciado la firma de un acuerdo que le permite contar con esos 100 millones de euros para la ejecución del proyecto.
Mediante un comunicado emitido por la empresa, esta ha afirmado que parte de esa cantidad servirá para cumplir la promesa de crear 2.500 puestos de trabajo en los próximos años.
Según han explicado desde Berkeley, "el proyecto será uno de los mayores contribuyentes a los ingresos públicos del gobierno, un estímulo importante para los negocios, y creará también unos 2.000 empleos indirectos en toda la Comunidad".
Por su parte, la plataforma antimina Stop Uranio, uno de los grupos opositores a la mina, no ha tardado en pronunciarse sobre esta información.
Según ha anunciado a Efe el portavoz de la formación, Jesús Cruz, "se trata de una maniobra de la multinacional para que suban las acciones del grupo y seguir vendiendo humo a la gente, y en la propia web de la compañía no se especifica de dónde viene ese dinero".
Además, Cruz ha insistido en que a pesar de la gran cantidad económica lo importante siguen siendo los permisos y las licencias públicas, "imprescindibles para seguir con la puesta en marcha de la mina".
"El Consejo de Seguridad Nuclear tiene paralizado durante dos años la concesión de la planta de tratamiento de la mina, ya puede Berkeley tener dinero porque sin permisos no puede hacer nada", ha recalcado Cruz.
Por último, y en relación a la creación de empleo, desde Stop Uranio han instado a Berkeley a "no lanzar noticias irreales que nada tengan que ver con la realidad".
En este sentido, la plataforma ha puntualizado que pueblos como Retortillo, con apenas 200 habitantes o Villavieja de Yeltes, con cerca de 800, no tienen tantas personas para cubrir los 2.500 puestos de trabajo anunciados.