Moodys asigna su nota de B2 con perspectiva estable, pues señala que los 600 millones de euros de bonos garantizados a cinco años que va a emitir la matriz de Cortefiel servirán, junto a la inyección de capital de 400 millones de euros de capital, que hicieron CVC y PAI, para refinanciar el endeudamiento existente del grupo.
Por su parte, S&P, que ha otorga su nota de B con perspectiva positiva, también asigna la misma calificación a los bonos garantizados senior.
Moodys explica que su calificación de B2 a la deuda de Cortefiel se debe a la fortaleza de la marca, su posición de mercado, su sólida cadena de suministro, su éxito en los modelos de canales de distribución, su fuerte generación de flujo de caja y sus buenas perspectivas de desendeudamiento.
No obstante, considera que el grupo está expuesto a riesgos derivados del sector de la moda en el que opera, la naturaleza cíclica de su producto, la excesiva competitividad y fragmentación del mercado español, y una estructura de capital apalancada, aunque su perspectiva es estable por el crecimiento esperado en ventas y tiendas, así como por la expectativas de éxito de su plan estratégico.
Por su parte, S&P dice que los planes de refinanciación de la deuda con la emisión de 600 millones de euros en bonos senior y la inyección de capital que hicieron CVC y PAI de 400 millones de euros reducirán la cuantía de la deuda.
Considera que la moderada carga de intereses en efectivo tras la transacción y las recientes mejoras en el rendimiento operativo deberían generar flujos de efectivo significativos durante los próximos tres años.
Añade que la perspectiva positiva que da en su calificación se debe a que espera mejoras significativas en la rentabilidad del grupo, un fuerte flujo de caja operativa y la aplicación con éxito de sus planes operativos y estratégicos dentro de un favorable entorno macroeconómico en España.
Los fondos CVC y PAI, que tenían cada uno de ellos una participación del 33 % en el Grupo Cortefiel, compraron a Fondos Permira su participación, que era de otro 33 %, en una operación que valoraba a la compañía de moda en más de 1.000 millones de euros, la misma cantidad a la que ascendía su deuda.
CVC y PAI, que entraron en 2005 en el accionariado de Cortefiel, pasaron a tener, tras la compra de su parte a Permira, un 50 % del grupo cada una de ellas.