Nordex, el fabricante de aerogeneradores particpado por Acciona, ha planteado un ajuste de plantilla que afectará a entre 400 y 500 empleados. Supone el 9,6% del total, que se centrará en sus instalaciones alemanas y no tendrá repercusión en los centros en España, donde suma 1.300 empleados, según informó la empresa.
La compañía enmarca el recorte de personal en un plan de ahorro de costes que ha puesto en marcha para afrontar "el continuo descenso de la demanda del sector y el cambio de las condiciones de mercado".
En virtud de este plan, Nordex pretende ahorrar 45 millones de euros a corto plazo, en el horizonte de 2018. De este monto, 24 millones derivarán de la reducción de personal y los 21 millones restantes, de ajustes en el suministro de materiales y otros gastos operativos.
En cuanto al recorte de plantilla, la firma indica que afectará fundamentalmente a las instalaciones con que cuenta en Alemania "y, en menor medida, a otras ubicaciones de Europa". Asimismo, descarta que afecte a los segmentos de negocio en los que atisba una mayor perspectiva de crecimiento.
Fuentes de la compañía consultadas por Europa Press descartaron que la medida vaya a afectar a las instalaciones de España, donde tiene dos plantas de ensamblaje de turbinas eólicas en Barásoain (Navarra) y La Vall d'Uixó (Castellón) y emplea a unos 1.300 trabajadores.
Nordex tiene estas instalaciones en España fruto de su fusión a comienzos de 2016 con Acciona Windpower, exfilial industrial del grupo de construcción, servicios y energías renovables.
En virtud de esta integración, la compañía que preside José Manuel Entrecanales se convirtió en primer accionista de Nordex, con una participación del 29,9% de su capital social.
El grupo fabricante de aerogeneradores pone en marcha este plan de ajuste unos meses después de que el pasado mes de marzo realizara un 'profit warning' (revisión a la baja de la previsión de resultados) y cambiara a su primer ejecutivo.
En concreto, el pasado mes de febrero, Nordex anunció que sus ventas de 2017 se situarán entre 3.100 y 3.300 millones de euros, frente a las de 3.400 millones de 2016, un descenso que achacó al retraso de varios proyectos eólicos en distintos países.
Un mes después, en marzo, la firma aceptó la dimisión como consejero delegado de Lars bondo Krogsgaard y nombró nuevo primer ejecutivo al español José Luis Blanco.
"Ajustes dolorosos, pero inevitables"
En el comunicado en el que se anuncia el plan de ajuste el actual consejero delegado dice que la medida es "dolorosa, pero inevitable" ante los retos a los que, según asegura, se enfrenta el sector.
"El mercado mundial de la energía eólica volverá de nuevo a crecer en el medio plazo, pero actualmente se enfrenta a cambios fundamentales en el sistema, una fuerte presión sobre los precios y un traslado del crecimiento desde los mercados maduros hacia los mercados emergentes", explicó José Luis Blanco. "El mercado europeo presenta actualmente un reto por su debilidad", añadió.
"A pesar de nuestra la buena posición de Nordex y las medidas ya tomadas en el pasado, es preciso lograr ahorros adicionales a corto plazo", asegura el consejero delegado que reconoce así que "los ajustes son dolorosos, pero inevitables".