CVC y PAI anunciaron a finales de julio la adquisición a Permira de la participación que mantenía en Grupo Cortefiel, de forma que se convirtieron en únicos accionistas de la compañía, en una operación que valoró a la firma en 1.000 millones de euros.
En concreto, CVC y PAI, que mantenían hasta ese momento un 33% cada una en el capital de Grupo Cortefiel, compraron a Permira el 33% que detentaba en la cadena de moda, de modo que ambas se quedan como únicas propietarias a partes iguales.
El Ejecutivo comunitario ha concluido que la operación no plantea problemas de competencia debido a la ausencia de solapamiento entre las actividades de Cortefiel y de ambos fondos.
La transacción ha sido examinada por Bruselas mediante el procedimiento simplificado, que se reserva a los casos menos problemáticos.