Los títulos de la conocida como "Vieja Pescanova" -una sociedad de cartera sin actividad productiva- fueron presa de la volatilidad nada más volver a cotizar y se devaluaron bruscamente para, poco después, revalorizarse de forma significativa.
Concretamente, sus acciones se llegaron a vender a apenas 14 céntimos el pasado 8 de junio, en su segundo día en Bolsa, para dos semanas más tarde, el 22 de ese mismo, marcar un máximo de 2,48 euros.
Sólo en su primera jornada bursátil, el valor de Pescanova S.A. se contrajo más de un 95 %, al pasar de 5,91 euros a pagarse a apenas 27 céntimos por cada título.
La cotización de la compañía estaba suspendida por decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) desde marzo de 2013, cuando el entonces grupo Pescanova entró en concurso de acreedores.
La reestructuración de la empresa conllevó su división en dos: la parte productiva quedó en manos de la banca acreedora, agrupada en lo que hoy es Nueva Pescanova, mientras la "Vieja" quedó como una sociedad de cartera cuyo principal activo era un 20 % de las acciones de la firma "hermana".
Sin embargo, la reciente ampliación de capital aprobada en Nueva Pescanova diluyó esta participación hasta el 1,65 %, una operación que ya ha sido impugnada ante la Justicia por parte de la "Vieja".