Varios inversores mostraron interés en la firma asturiana en el marco del proceso tutelado por la firma de inversión Rothschild, pero solo la empresa que preside José Manuel Entrecanales ha seguido adelante, aunque ha dejado claro que no decidirá con prisas.
El problema estriba en que Duro Felguera no dispone de tiempo. Por ello, en paralelo negocia con el fondo de inversión Bybrook, que ha mostrado su disposición a inyectar entre 75 y 100 millones de dinero nuevo, cantidad inferior a los 125-150 millones de euros que podría terminar necesitando la compañía para impulsar sus proyectos. A cambio, el fondo británico reclamaría el control de entre un 50 y un 55% del capital.
A esta inyección habría que añadirle unos 130 millones en avales para nuevos proyectos. Durante el pasado mes de agosto, el fondo realizó una 'due diligence' de la firma con el fin de conocer su tesorería y validar las garantías a las que podría acceder (como colaterales y reclamaciones a terceros).
Representantes de Bybrook ya se han reunido con la banca acreedora (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankia) y les han trasladado su propuesta. El banco que preside Ana Botín es el líder indiscutible del 'pool' bancario, al acumular un 54% del riesgo financiero de la empresa.La exposición total de la banca a Duro Felguera, incluidos avales, asciende a 1.068 millones.
La deuda de Duro Felguera en balance correspondiente al Santander y a su filial Banco Popular asciende a 164,9 millones, la de la Caixa a 33,4 millones, la de Bankia a 25,9 milllones, la de Sabadell a 61,72 millones, la de BBVA a 23,38 millones y la de Liberbank a 25 millones.
Los bancos no han facilitado a la compañía ningún tipo de ayuda, más allá del 'stand still' que vence a finales de septiembre, al considerar que existen dudas "razonables" sobre la viabilidad de la ingeniería, cuyo agujero financiero desconocen, y de las dudas que albergan sobre la capacidad del equipo gestor, si bien consideran que se ha reforzado "mínimamente" con la llegada en marzo de José Carlos Cuevas como nuevo director financiero y de Miguel Zurita como asesor del consejo.
Mientras tanto, la compañía presidida por Ángel Antonio del Valle continúa con el negocio al ralentí y ha ido sobreviviendo en los últimos meses con el aplazamiento a proveedores. En concreto, acumula unos 100 millones en deuda a proveedores vencida y aplazada.
Aunque tiene una tesorería bruta de 96,5 millones (a 31 de agosto), gran parte está pignorada en garantía de avales y comprometida para pagos inmediatos.
OFERTAS POR SU EDIFICIO EN MADRID
La compañía tiene dos ofertas para la compra del edificio que tiene en Madrid por 33 millones de euros. Una exige que la firma permanezca tres años de alquiler y la otra que abandonen el edificio en un plazo máximo de seis meses.
En cuanto a los problemas de los proyectos en curso, dispone de dos avales que garantizan el proyecto Djelfa, la construcción de una planta de ciclo combinado en Argelia. El proyecto acumula retrasos, en principio no imputables a Duro Felguera, que retrasarán la finalización del proyecto hasta 2021 y que le están provocando unos 50 millones de euros en sobrecostes que se encuentran negociando con el cliente. Ello implicará que la banca se vea obligada a extender los avales.