La aprobación de las cuentas anuales, que presentan un déficit de cerca de 3 millones de euros, y del informe de gestión de 2016, se hizo con el voto favorable del 82,24% del accionariado presente, una escasa presencia del 8,23%, equivalente a cerca de dos millones de acciones, mientras que se contabilizaron un 17,72% de votos en contra y una abstención del 0,04%.
En la Junta General de esta mañana también se aprobaron, además de las cuentas de 2016, la aplicación de resultados, por un porcentaje cercano a la unanimidad de 99,93%, y el informe anual de remuneración de los consejeros.
Asimismo, Pescanova S.A., comúnmente conocida como "Vieja" Pescanova, ha tomado la decisión de revocar en la auditoría a la firma Ernst&Young S.L. y nombrar en su lugar a Miren Josune Baranda Montejo, en el rango de auditor de la sociedad para los tres próximos ejercicios.
El presidente del consejo de administración (CEO) de Pescanova S.A., Luis Malo de Molina, también ha confirmado la intención de la compañía de dejar de ser una "sociedad de cartera" vinculada a la actividad de Nueva Pescanova y de emprender de nuevo la actividad productiva en el sector pesquero a medio y largo plazo, como ya adelantó este fin de semana en una entrevista con Efe.
El grupo Pescanova entró en concurso de acreedores en marzo de 2013, con un agujero patrimonial que la consultora KPMG valoró en 1.667 millones de euros.
El proceso de reestructuración de la entidad se prolongó hasta septiembre de 2015, cuando se optó por su división en dos: la parte productiva -en manos de la banca acreedora-, a la que se llamó Nueva Pescanova, y una sociedad de cartera sin actividad, Pescanova S.A., que quedó en manos de los accionistas originales. EFECOM
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