Google ha sacado la chequera de nuevo. La compañía ha anunciado la compra de uno de los grandes departamentos de I+D del fabricante taiwanés HTC por 1.110 millones de dólares. Llega años después del fracaso con una operación similar con Motorola.
El acuerdo no implica la adquisición de la participación directa y HTC seguirá operando su negocio de teléfonos inteligentes. ¿Qué compra Google? Un departamento que ya se encargó de la fabricación de su 'smartphone' Pixel y que cuenta con unos 2.000 empleados.
Y no sólo eso. Como parte del acuerdo Google también se asegura un pacto de licencia no exclusiva para la explotación de varias propiedades intelectuales de los taiwaneses.
¿Qué busca? Incorporar todo ese conocimiento de hardware para sus apuestas de tecnología móvil. Es, como aseguraba en un comunicado oficial, el vicepresidente de hardware de Google, Rick Osterloh, una continuación de su "gran apuesta por el hardware".
Con el diseño de esta operación, Google se asegura todo el talento para desarrollar nuevos productos y lanzamientos sin tener que adquirir activos ni instalaciones del fabricante.
El antecedente de esta operación es Motorola. Google adquirió el fabricante de teléfonos por 12.500 millones de dólares en una de las grandes operaciones del sector tecnológico. Tres años después abandonó sus planes al vender la compañía al grupo chino Lenovo por 2.900 millones (aunque mantuvo muchas de las patentes).
Caída de HTC
Este acuerdo llega después de que HTC haya perdido pie en el segmento de los móviles, con la fuerte competencia de Apple, Samsung y grandes fabricantes chinos. En lo que va de año, la acción se ha depreciado un 12%. Hoy la compañía vale algo menos de 2.000 millones de dólares.
En 2011, según datos de la consultora IDC, HTC contaba con una cuota de mercado mundial del 8,8% en el segmento de móviles. Hoy está por debajo del 1%.