La nueva planta, de 11.000 metros cuadrados, estará situada junto a la sede de Airbus en Getafe y, cuando esté a pleno rendimiento, podrá dar empleo a 250 personas.

Las obras de la nueva fábrica comenzarán este año, tendrán un plazo de ejecución de alrededor de diecisiete meses y para su ejecución Carbures contará con el apoyo financiero del Ministerio de Economía e Industria en forma de créditos blandos.

La planta tendrá una zona de pintura de 576 metros cuadrados y una sala para el montaje de estructuras de 795 metros cuadrados.

En total la actividad fabril ocupará 10.253 metros cuadrados y las oficinas un millar.

Carbures ha explicado que el traslado de Illescas a Getafe viene determinado por la limitación de crecimiento que tiene la fábrica toledana y a que en Getafe sus instalaciones estarán más cerca de la sede de Airbus, ha explicado el grupo industrial.

Su presidente, Rafael Contreras, ha dicho que el traslado forma parte de la estrategia de la compañía para diversificar clientes, que han aumentado un 25 %, así como las ofertas en estudio, que han crecido un 47,8 % con respecto a 2016.

Contreras ha dicho que "los aviones incorporan cada vez más piezas en materiales compuestos", ya que aligeran el peso de las aeronaves y como consecuencia consumen menos combustible, "y tenemos que estar preparados para ello".

Hace quince años los aviones llevaban entre un 10 % y un 15 % de piezas en materiales compuestos, frente a más del 50 % que se utilizan ahora, según datos de Carbures.

En 2016 Carbures batió su récord de fabricación de piezas de avión con 45.695 unidades, frente a 39.322 piezas el año anterior, y sólo en la planta de Illescas se produjeron el año pasado 36.367 piezas. EFECOM

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