La sociedad global vive un proceso de disrupción tecnológica sin precedentes. Esto ha permitido alcanzar niveles de bienestar nunca conocidos; pero está generando también grandes retos que tendremos que afrontar para evitar que sigan aumentando las desigualdades.
Una situación ante la que el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, ha reclamado tener “la mente abierta” para asumir los cambios que se avecinan. Sin embargo, ha recordado que es indispensable preguntarse “qué mundo queremos construir; porque la sostenibilidad sólo puede conseguirse si tenemos una distribución justa”, fundamentalmente de la riqueza.
Unas palabras que ha pronunciado en la XXIX Cumbre Internacional de Centros de Pensamiento Empresariales (ISBTT por sus siglas en inglés) organizada por el Círculo de Empresarios. En ella, Pallete ha recordado que “mantener los valores” será esencial para tener “una sociedad más justa en el futuro”.
De lo que se trata es de ir reduciendo poco a poco la brecha digital; pero también ir mucho más allá para ayudar a la creación de nuevos puestos de trabajo. “La formación académica será esencial para adaptar a los nuevos perfiles que irán surgiendo. Debe ser una prioridad”, ha sentenciado.
Y es que, según ha explicado, el uso inteligente de la información generada por la interconexión será esencial para todos nosotros. De hecho, esto va a ser esencial para lo que está por venir de cara a la transformación económica que se va a vivir en las próximas décadas.
El empleo, la clave
Como muestra ha recordado que Telefónica ha invertido 50.000 millones de euros para llegar a ser una “compañía de plataformas”. Algo que le permite usar el poder cognitivo y hacer que “los clientes sientan que la red les pertenece”. Eso sí, siempre bajo los criterios de seguridad, transparencia y control de los datos. Asegurando, por tanto, la privacidad.
Junto a Pallete han estado también otros empresarios que han reflexionado sobre el futuro del empleo tras la irrupción de las nuevas tecnologías. Todos ellos han coincidido en la importancia que tendrá la formación; pero también en la necesidad de abrir un diálogo social que permita hacer una estructura social mucho más justa.
De hecho, algunos de ellos han alertado que –por ahora- esa disrupción va a afectar cada vez con más dureza a las clases medias; lo que abre la puerta a los populismos de izquierdas y derechas.
Por eso, los empresarios que se han dado cita han solicitado a la clase política que adopte las medidas necesarias para frenar el descontento. Se trata, en definitiva, de hacer que el reparto de la riqueza pueda hacerse de una forma justa; pero también tratando de dar oportunidades a todo el mundo.